Luego de dos días de discusión, los magistrados de la Corte Plena acordaron eliminar la jubilación a los 55 años y 30 años de servicio. A partir de la aprobación de la reforma la edad subirá a 62 años.
Esta es parte de los cambios que la Corte Suprema de Justicia está realizando en su régimen de pensiones, el cual se encuentra pasando uno de los momentos económicos más difíciles desde su fundación. Un informe de la Contraloría General de la República advierte a este ente que de no efectuarse, el Fondo debería desaparecer y pasar a formar parte del régimen de pensiones de la Caja Costarricense de Seguro Social, el cual tiene grandes desventajas para los empleados, en comparación del régimen que disfrutan actualmente.
Solo en el caso de los funcionarios, que al momento de haberse aprobado por la Asamblea Legislativa, tengan 20 años de servicio podrán mantener el beneficio de la edad que regulaba el régimen anterior, siempre que cumplan con todos los requisitos expuestos en la ley derogada. Esta propuesta fue hecha por los grupos sindicales del poder judicial y secundada por el magistrado Carlos Chinchilla, quien argumentó un tema de justicia.
En el punto en donde los magistrados no lograron ponerse de acuerdo con las agrupaciones es en lo que respecta a las características que debe tener un empleado judicial para poder pensionarse, ya que la nueva ley establece que debe tener 30 años de servicio más 62 años; no obstante podría hacerlo con 55 previo pago de una suma.
Dentro de los argumentos presentados, se encuentra el hecho de que algunas funciones del Poder Judicial son muy pesadas para un empleado de 62 años, lo cual los deja en una desventaja por sobre sus compañeros.