La escasez de fiscales y agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) en Sarapiquí pone en riesgo las investigaciones a fondo que llevan a cabo estos funcionarios, debido al aumento en el volumen de trabajo y lo complejo de los casos.
Estos trabajadores judiciales atienden a diario homicidios, secuestros, narcotráfico y hechos del crimen organizado en una zona de las más peligrosas del país como es el Caribe, donde tres grupos disputan sectores para la venta y distribución de estupefacientes.
Fuentes confidenciales informaron a DIARIO EXTRA que en el OIJ hay alrededor de una decena de investigadores y en el Ministerio Público laboran 3 fiscales auxiliares, 1 fiscal de juicio y 1 fiscal coordinador que están en un edificio inseguro y deja expuestos a los fiscales.
Trascendió que en algunos escritorios hay más de 1.000 expedientes, donde para reducir el circulante los funcionarios se llevan trabajo para la casa, generando algunas diferencias familiares.
Algunos funcionarios judiciales que por temor a represalias pidieron no revelar su identidad dicen sentirse olvidados por la Fiscalía General y la Dirección General del OIJ, por lo que ahora con dos jerarcas nuevos esperan que vuelvan los ojos a Sarapiquí.
TRES A MUERTE
En el Caribe operan las bandas de Diablo, Los Cheles y Los Vatos, las tres violentas y a punta de bala eliminan a sus rivales. Incluso hay funcionarios amenazados de muerte, tres fiscales tienen protección y uno fue sacado de la zona por amenazas de muerte.
Pese a eso, los fiscales e investigadores siguen con su trabajo valiente, que ha puesto en prisión al jefe de Los Cheles y al de Los Vatos, así como gatilleros de los tres bandos, quienes descuentan prisión preventiva.
MÁS PRESOS
Según las autoridades, un hombre de apellido Álvarez y 28 años sería el líder del grupo criminal Los Cheles, mientras que otro apellidado Esquivel y de 23 años el gatillero a quien trajeron de Alajuela. Ambos fueron detenidos y descuentan 3 meses de prisión preventiva.
Para la policía San Julián, Zapote, La Colonia, La Aldea y Llanuras del Gaspar son algunas de las comunidades que se pelean los grupos criminales, que han derramado sangre para apoderarse de plazas que destinarán a la venta de drogas.
En Puerto Viejo los judiciales detuvieron un vehículo en el que viajaba un sujeto conocido como “Cofala”, quien al parecer sería uno de los líderes de Los Vatos -sucursal del grupo de Diablo- y llevaba marihuana comprimida.
El capo de Los Vatos está preso en Nicaragua, desde donde gira instrucciones, mientras que Los Cheles es un grupo criminal liderado por una familia que pretende tener el control de comunidades vulnerables.