• Volverán a realizar asamblea en noviembre
La asamblea del Partido Liberación Nacional (PLN) no logró mayores acuerdos sobre el proceso de convención.
Más allá de eso, se evidenciaron tensiones internas y pulsos de poder en un momento de renovación de estructuras.
Tras seis horas la asamblea debía decidir si la escogencia del próximo candidato verdiblanco sería abierta o cerrada (padrón con solo militantes).
Previo a esa votación, se generaron discusiones, ya que una tendencia compuesta por el ala figuerista quería que fuese pública.
Otros partidarios apostaron por la escogencia secreta luego de denunciar que estaban recibiendo presiones del grupo afín al excandidato. Dicha situación, según ellos, los dejaba expuestos y en vulnerabilidad.
La moción para que no se mostraran los nombres fue impulsada por el secretario general del partido, Miguel Guillén. El resultado quedó 45 a 44 y ganó un voto secreto.
Dicha situación generó malestar entre los figueristas, quienes se retiraron del Centro de Convenciones.
“Distintas personas nos dijeron sobre presiones de grupos a lo largo de la asamblea (…) Hubo un aparente rompimiento de quórum para no proceder de esa forma (elección secreta). Se tornó en bandos que calcularon lo que va a pasar (…)”, declaró Daniela Coll, presidenta de la Juventud Liberacionista (JL).
“Los que queremos votación abierta sentimos que las autoridades del partido empezaron a presionar delegados que de alguna manera podían recibir represalias. Esto evidentemente incidía en su voto, por eso se optó por una votación secreta.
Esto es un pulso. Hay gente que se quiere adueñar del partido, que quiere imponer candidatos. Eso no lo aceptamos. Hay gente que se resiste a cambios, como José María Figueres. Quieren tomar el partido, al igual que un grupo que está alrededor de él”, secundó el exdiputado Luis Gerardo Villanueva.
TENSIÓN
Al final, con menos asambleístas presentes, Ricardo Sancho, presidente del PLN, dijo que varios militantes prefirieron postergar esa votación para noviembre, cuando se realizará un nuevo encuentro partidario.
“Avanzamos lentamente. No pudimos definir si tendremos convención abierta o cerrada. Tenemos mayor presión para noviembre. Debemos aceptarlo, fuimos muy ambiciosos con una agenda amplia.
Hay gente que no quiere dejar que las cosas caminen, pero tenemos que evolucionar (…) Hay operadores y fuerzas que quieren tener preeminencia. (Algunos) hicieron difícil que se tomaran decisiones, pero insistiremos”, comentó a DIARIO EXTRA.
Criterio similar externó Antonio Álvarez Desanti, excandidato verdiblanco.
“Es muy triste lo ocurrido en la sesión del PLN. Resulta inaceptable que fuera el secretario general quien presentara una moción para que se conocieran todas las propuestas y se votaran de manera secreta.
Es inaceptable y una tontería. Detrás de esto hay toda una concepción de seguir haciendo las cosas a espaldas del electorado”, manifestó.
POCAS MOCIONES
Más allá de lo coyuntural, se aprobaron cuatro mociones para generar “mecanismos de ética y transparencia” a lo interno del partido.
• La primera busca frenar el nepotismo. “Debemos prohibir que familiares de los liberacionistas que ostentan un cargo interno o tienen una situación de poder intervengan para promover el nombramiento o la candidatura de familiares usando su influencia”, explicó el exdiputado Carlos Ricardo Benavides.
• Otra moción aprobada se refiere al tema de medidas cautelares. Así, se suspendería de oficio a los dirigentes que sean objeto de medidas cautelares por parte de un tribunal de justicia y además aplicaría la expulsión de aquellos que sean condenados en firme.
• También se impulsó una reforma estatutaria que previene el clientelismo (uso de cargos partidarios o de elección popular para beneficiar a personas o grupos de interés a cambio de apoyo político o beneficios personales, económicos o familiares).
• Finalmente, se avanzó con una propuesta para prevenir el conflicto de intereses en las decisiones o acuerdos del partido.