Según el presidente don Carlos Alvarado, la pandemia del Covid-19 nos enfrenta a 3 retos de enorme gravedad: 1) aplanar la curva del virus para evitar la saturación del sistema de salud y minimizar en lo posible las muertes, 2) apoyar a las miles de personas y hogares que en este periodo hayan perdido o visto reducidos sus ingresos para prevenir que haya hambre y desesperación, y 3) lograr los dos anteriores sin una quiebra en las finanzas públicas, que también tendría gravísimas consecuencias económicas y sociales.
Esto supone que, en el tema de Salud, los ciudadanos deben seguir rigurosamente las directrices del Ministerio de Salud y de los especialistas y científicos. Lo que implica un reforzamiento de las medidas sanitarias vinculadas a temas migratorios para proteger nuestro país.
En cuanto a lo social, se ha implementado desde el Ministerio de Trabajo, el IMAS y la CNE lo necesario para apoyar a las familias que han visto afectados sus ingresos económicos por el desempleo, por la suspensión de su contrato o por la reducción de su jornada como consecuencia del virus.
En lo económico se han dispuesto ya las primeras medidas para hacer frente a la situación, principalmente aliviando a los hogares más afectados y dando un respiro temporal a las empresas de toda su dimensión, para cuando merme la crisis.
Sin embargo, en el tema de reactivación económica es urgente que don Carlos Alvarado y su equipo económico hayan elaborado al menos 3 escenarios que nos permitan según sea la situación aplicar las medidas correspondientes para estabilizar las finanzas y a la vez sentar las bases para guiar al país en su camino hacia la normalización de la actividad económica.
Es claro que el plan económico del gobierno para enfrentar la pandemia es insuficiente y ahora mucho más porque según del Banco Mundial y otras organizaciones internacionales relacionadas a las finanzas globales, presagian un crecimiento negativo o muy bajo en comparación con el período anterior.
El panorama nacional es muy difícil porque arrastramos un déficit fiscal de un 7% con una tendencia al alza. También las circunstancias impiden reducir el gasto público, y mucho menos impulsar nuevos tributos como se ha insinuado.
El combate contra el Covid-19 requiere de medidas agresivas de distanciamiento social que necesariamente reducirán de forma temporal la capacidad productiva de nuestra economía.
La naturaleza de esta crisis, en contexto de una pandemia, requiere entonces de otro tipo de seguro social. Ofrecer liquidez a las empresas mediante créditos incluso a tasa 0% es insuficiente cuando no se produce.
Por último, asegurar el ingreso solo a los asalariados es insuficiente en un país cuya tasa de ocupación informal reportó un millón de personas, el plan económico debe buscar sostener el aparato económico y sus relaciones con las unidades que lo componen, si el Estado actúa como comprador de última instancia.
*Director Ejecutivo Asociación Salvemos El Río Pacuare