El principal sospechoso de atacar a la oficial Kimberly Suárez aprovechó un mal procedimiento de YonJairo García Lara, compañero de la policía, para sacarle el arma de reglamento y dispararle en la cabeza a la uniformada.
Así lo indicó el propio García cuando daba su testimonio en el juicio que se realizó en la sala 7 de los Tribunales de Heredia.
El hombre expresó que intentó someter al ahora imputado de apellidos Ruiz Juárez tomándolo por el cuello y dejándole las manos libres.
Pero, según el catedrático en criminología Gerardo Castaing, una de las formas correctas de mantener controladas estas situaciones violentas es no perder el contacto visual con las manos de los victimarios, “o sea, siempre debe haber un control sobre esas manos”.
El experto enfatizó en que el Ministerio de Seguridad Pública tiene que preocuparse por dotar a los oficiales de fundas tácticas para que le sea difícil a un tercero extraerles el arma, “o darle tiempo al oficial de darse cuenta que se la están extrayendo y que reaccione de alguna manera”, indicó.
EL DÍA DEL DISPARO
García relató el terror que vivieron el día que le dispararon a Kimberly.
Entre las 2 y las 3 de la tarde del 9 de enero del 2021, él y sus compañeros recibieron la alerta para detener una situación de violencia doméstica en la urbanización Siglo XXI de Heredia.
De acuerdo con su versión, a la llegada a la vivienda, una mujer les abrió la puerta y junto a ella había un hombre (Ruiz). Ella les explicó que el sujeto no podía estar en la casa porque tenía medidas de protección.
Los oficiales le solicitaron a Ruiz que saliera y se alteró, en ese momento García le aplicó una llave al cuello y el tipo seguía oponiendo resistencia. “Es ahí donde me saca el arma con todo y la funda, yo no me di cuenta”, contó el policía.
El oficial añadió que Ruiz se logró soltar y cuando intentó atraparlo nuevamente otro de sus compañeros le avisó que el sujeto tenía el arma.
García contó que el sospechoso les decía mientras los apuntaba que los iba a matar.
Posterior a esto, los oficiales se fueron detrás de la ambulancia, pero Kimberly estaba muy preocupada por la mujer víctima de violencia, quien estaba dentro de la casa observando lo que sucedía.
La uniformada cada vez que podía se asomaba por encima de la patrulla para ver a la ofendida. En uno de esos movimientos, Ruiz le pegó el plomazo que afortunadamente no la mató.