Brasilia. (AFP) – La fiscalía general de Brasil informó este viernes que pidió al Supremo Tribunal Federal incluir al expresidente Jair Bolsonaro en las investigaciones por los ataques a las sedes de los poderes públicos en Brasilia el 8 de enero.
El despacho consideró que Bolsonaro, quien se encuentra en Estados Unidos desde fines de diciembre, debe ser incluido en la investigación “que busca esclarecer instigación y autoría intelectual de los actos antidemocráticos que resultaron en episodios de vandalismo y violencia en Brasilia”, señala un comunicado de la Fiscalía General.
De acuerdo con el texto, el exmandatario de ultraderecha, que fue derrotado en las urnas por el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, “realizó incitación pública a la práctica de un crimen” al subir a sus redes sociales un video cuestionando el resultado electoral de octubre.
El video fue publicado el 10 de enero, dos días después de los ataques en la capital, y eliminado el 11 de enero, detalló la Fiscalía.
Pese a que el contenido fue divulgado dos días después de la asonada, el subprocurador general, Carlos Frederico Santos, dijo que la conducta del expresidente debe ser igualmente investigada.
“No se niega la existencia de conexión probatoria entre los hechos contenidos en la representación y el objeto de esta más amplia investigación”, dijo Santos, citado en el comunicado.
GASTOS DE EXPRESIDENTE
Más de 21.000 dólares en un modesto restaurante, casi 11.000 dólares en una pastelería al día siguiente de la boda de su hijo y unos 1.700 dólares en heladerías: los gastos del exmandatario Jair Bolsonaro con la tarjeta de crédito presidencial asombran a Brasil.
Los extractos de las tarjetas de la presidencia, correspondientes a sus cuatro años de mandato (2019-2022), han sido publicados esta semana en una web oficial del gobierno de su sucesor, Luiz Inácio Lula da Silva, en el poder desde el 1º de enero.
El mandatario de izquierda, que asumió la presidencia por tercera vez, ha comenzado a levantar un secreto de 100 años impuesto por su predecesor ultraderechista sobre miles de documentos oficiales.
Un total de 27,6 millones de reales (unos 5,4 millones de dólares al cambio actual) se gastaron con esa tarjeta, que fue utilizada por 21 miembros de su equipo.
Si se tienen en cuenta los ajustes por la inflación, el gasto es casi la mitad del realizado durante el primer mandato de Lula (2003-2007), aunque el del líder de izquierda estaba relacionado principalmente con alojamientos para viajes al extranjero.
Pero este no es el caso de Bolsonaro, que no hizo de las relaciones exteriores una prioridad y que durante su mandato se jactó en varias ocasiones de no haber gastado “ni un céntimo” de la tarjeta de crédito presidencial, a diferencia de sus predecesores.
El portal de noticias UOL, por ejemplo, descubrió que se gastaron 1,2 millones de reales (unos 235.000 dólares) en los 28 días de las vacaciones oficiales del expresidente al final de los años 2019, 2020 y 2021.
La tarjeta de crédito presidencial también se utilizó para pagar 1,46 millones de reales (más de 280.000 dólares) durante cuatro años en un hotel de lujo de Guarujá, un balneario cercano a Sao Paulo (sureste).
Según la página web del sitio de noticias G1, ese hotel hospedó a miembros del equipo presidencial mientras Bolsonaro se alojaba en un complejo militar.
CUENTA ABULTADA EN UN RESTAURANTE MODESTO
El mayor gasto en comida es también el que suscita más preguntas: 109.266 reales (unos 21.400 dólares) gastados de una sola vez en un modesto restaurante de Boa Vista, en el estado amazónico de Roraima (norte).
El monto es suficiente para pedir más de 2.000 veces el plato más caro del lugar: pollo asado con harina de mandioca (yuca), al módico precio de 50 reales (9,8 dólares).
La tarjeta de crédito de la presidencia también se utilizó para pagar más de 362.000 reales (71.000 dólares) durante cuatro años en una panadería de Río de Janeiro.
La cuenta incluye 55.000 reales pagados de una sola vez el día después de la boda de Eduardo, el tercer hijo de Bolsonaro, y 33.000 reales la víspera de una procesión en moto organizada por partidarios del exmandatario por las calles de la ciudad.