Sidney (Australia), (EFE).- Los asesinatos de personas que aparentemente practican brujería, sobre todo mujeres, se disparan en Papúa Nueva Guinea durante la llegada de abril, un país con una población propensa a la superstición y a tomarse la justicia por su mano. Por lo tanto la Organización de la Naciones Unidas hizo un llamado para que se modifique la ley.
Amnistía Internacional estima que cada año se producen 150 casos de ajusticiamiento de personas relacionadas con la hechicería a manos de la gente, aunque el número aumenta dado que ocurren en áreas aisladas.
En ese país existe desde 1971 la Ley de Brujería, que prohíbe realizar \”magia negra o hechizos para causar daño\” y permite denunciar, agredir y matar a las personas acusadas de brujería. \”La ONU está profundamente preocupada por el aumento de las denuncias de violencia, tortura y asesinato de personas\”, indicó la institución internacional.