35 personas se quedaron sin casa, luego que la Fuerza Pública en colaboración con antimotines cumplieran con la orden de desalojarlos de terrenos privados en La Angostura de Puntarenas.
Los ranchos estaban están en un margen cercano a la playa, donde se instalaron de forma ilegal hace tres meses.
Un autobús con al menos 50 policías sorprendió a los lugareños con el mensaje de que tenían que dejar sus ranchos, ya que el dueño legal, en este caso la Sociedad Anónima Lagos de Safari, había solicitado el despojo de inmediato de sus tierras, según el departamento de prensa de Fuerza Pública.
Información de los vecinos aduce que a ese tipo de familias se les conoce por andar habitando lotes baldíos tanto privados como municipales y se dedican principalmente a la pesca artesanal e incluso muchos son vendedores ambulantes en el Paseo de los Turistas.
LOTES PRIVADOS Y MUNICIPALES
De manera extraoficial se dijo que los terrenos eran municipales, por lo que DIARIO EXTRA se puso en contacto con Wilber Madriz Arguedas, alcalde de esa provincia, quien desmintió la información señalando que no tienen potestad sobre ellas.
“Son tierras que en algún momento fueron de la Muni, pero ahora pertenecen a terceros que, por el poco mantenimiento del mismo, parecen que no fueran de nadie, es ahí donde los lugareños las agarran para hacer sus ranchos”, expresó.
Añadió que a estos grupos sociales ya se les conoce en la zona por invadir fincas y terrenos del Estado para asentar sus residencias de manera evasiva y sin consentimiento de nadie.
PROBLEMA LONGEVO
Para el gobernante local, estas familias tienen poco de habitar dichas propiedades. Sin embargo, El Periódico de Más Venta en Costa Rica publicó que en marzo anterior 10 personas que vivían en el estero de esa localidad fueron desalojadas y se cree que son las mismas.
Esta acción fue específicamente en terrenos del humedal estero Puntarenas, donde habían levantado cuatro estructuras en las cuales vivían estos individuos que salieron voluntariamente.
Además, con maquinaria pesada se procedió a la apertura de canales internos en el manglar y se destruyeron cultivos producto de la invasión, como plátano, yuca, caña de azúcar, ornamentales, frutales, cocoteros y otros.
“Es una costumbre que se ha tomado por lugareños que aprovechan lugares no poblados para poblarlos. En este caso reciente los invasores alegan que es una calle segregada y sin uso de nadie, por lo que llegaron ellos a habitarla”, expresó el líder municipal.
Añadió que están experimentado el crecimiento de un asentamiento en El Muro de Barranca, en tierras del Ministerio de Ambiente y Energía (Minae), por lo cual ellos no pueden hacer nada al respecto.