A partir del día miércoles 14 de febrero, durante 40 días y hasta Semana Santa, en todos los templos católicos del mundo, los cristianos católicos estaremos reunidos como Iglesia en el templo parroquial, en las calles y procesiones, cantando desde nuestros corazones “perdona a tu pueblo, Señor”.
Por medio de DIARIO EXTRA, el Periódico del Pueblo de Costa Rica, que predica la Palabra de Dios, en el Nombre de Nuestro Señor Jesucristo hago el llamado para que aprovechemos todo este tiempo que nuestra Madre Iglesia nos hace para pedir perdón a Dios.
Con nuestras voces y un corazón arrepentido, hacemos de esta canción súplicas a la misericordia divina para que recibamos el perdón de Dios. Dicha canción encuentra respaldo en el Libro del Profeta Joel, capítulo 2, versículo 12 al 18, escrito este libro, a unos cuatro siglos antes del nacimiento del Niño Dios, el mismo Padre Celestial dice por medio de este profeta: “Todavía es tiempo. Vuélvanse a mí de todo corazón, con ayunos, con lágrimas y llantos, enluten su corazón y no sus vestidos”. Concretamente, en el versículo 17, Dios dice por el profeta Joel: “En el patio del santuario lloren los sacerdotes ministros de Dios y digan: “Dios, perdona a tu pueblo”.
Este día en referencia se conoce como: “Miércoles de Ceniza”. La ceniza que el sacerdote impone sobre nuestras cabezas es señal de penitencia. Mientras el sacerdote impone la ceniza, con fundamento en el libro del evangelista Marcos capítulo 1, versículos 14 al 20, puede decir: “Conviértete y cree en el Evangelio”. También el pastor católico, autorizado por el Libro del Génesis capítulo 3, versículo 19, puede decir: “Recuerda que eres polvo y al polvo has de volver”.
Hermanos míos, el camino de la Cuaresma nos abre los ojos del corazón, el horizonte de la misericordia de Dios, el sendero para la conversión, el deseo de la salvación.
De acuerdo con el Salmo 50, la Iglesia nos llama para que aprovechemos este tiempo favorable para reconciliarnos con Dios y nuestros hermanos. Así, desde lo más profundo de nuestros corazones, arrepentidos de nuestra maldad, especialmente en estos tiempos de homicidios, pidámosle a Dios que tenga piedad y misericordia para cada uno de nosotros.
Como pueblo elegido de Dios, sabemos que le hemos ofendido con nuestro mal actuar en perjuicio de los demás, por eso cantamos: “Perdona a tu pueblo, Señor, perdona a tu pueblo, perdónale, Señor”. En esta canción, por medio de DIARIO EXTRA, pidamos perdón a Jesús, por las profundas llagas crueles que sufrió, perdón por las heridas de sus pies, manos y costado, perdón por los azotes tan inhumanos, perdón por los tres clavos que le clavaron, perdón por las espinas que le punzaron y las tres horas de agonía.
Al igual que en tiempos del profeta Joel, nuevamente suena la trompeta convocando al ayuno y a la conversión, ya que Dios sigue siendo rico en bondad y misericordia, siempre dispuesto a perdonar para que empecemos de nuevo.
El mensaje de nuestros pastores se dirige a reconocer que algo no va bien en nosotros mismos. Por ello, el gesto penitencial de la ceniza que recibimos nos recuerda por una parte que somos polvo y al polvo volveremos, cosa que nos hace bien recordar. Y nos invita a que aceptemos el Evangelio como norma de vida, como mentalidad propia de los seguidores de Jesús.
Hago mío el mensaje del apóstol Pablo, escribiendo a la comunidad de Corintios, en la segunda Carta, capítulo 5, versículos 11 al 21, dice: “Déjense reconciliar con Dios”. Esta reconciliación se la ofrece Dios a todos por medio de la muerte salvadora de su Hijo Jesús.
Los diferentes medios de comunicación social estarán pendientes de las largas filas que se hacen para recibir el perdón de Dios, por medio del sacerdote, es por eso que, para siguiente edición de DIARIO EXTRA, explicaré, las razones y/o justificaciones que tenemos para confesar nuestros pecados ante un hombre, como lo es el sacerdote.
*Servidor de apostolado en la Iglesia