Santos quedó manos arriba en el inicio de la Liga Concacaf. Los guapileños perdieron 1-2 en el Estadio Nacional ante el Portmore de Jamaica, por lo que están obligados a ganar de manera contundente el próximo jueves en la casa de los Reggae Boys.
Los ticos debieron remar contra corriente, ya que perdían 0-2 hasta el minuto 80; al final pudieron acortar la diferencia, pero no lo suficiente.
Los nacionales cayeron en errores propios que terminaron pagando caro. La velocidad del conjunto jamaiquino fue la clave para penetrar el área de los guapileños. Desde el pitazo inicial empezaron a insinuarse en ataque.
Al minuto 11 enviaron el primer mensaje directo, pero el arquero Bryan Morales respondió con calidad ante un remate rastrero que llevaba veneno. No obstante, en la siguiente jugada no tuvo nada que hacer.
El habilidoso Wilmer Azofeifa no logró frenar el juego en el mediocampo, en un par de pases los caribeños estaban de cara al marco, Javon East recibió el balón filtrado, se fue solo, levantó la cabeza y con toque elegante sobre el portero, que ya se había acostado, mandó la redonda a mover los mecates.
Santos apenas asimilaba lo que pasó y otra vez fue sorprendido. Tras un remate a marco la redonda quedó suelta, Maalique Foster se avivó, con un movimiento de cintura sacó a un defensor, los demás zagueros se quedaron viendo, ninguno marcó y el caribeño encontró el espacio apropiado para sacar un remate a ras del suelo que se anidó en la cabaña de los ticos.
El cuadro de Johnny Chaves intentó reaccionar, pero su propuesta fue muy débil, ocasionalmente se asomaba a la portería rival, pero sin ninguna amenaza real, faltaba mucho dinamismo entre la mediacancha y los delanteros. Además la rapidez del Portmore neutralizaba cualquier ataque.
TRAS CUERNOS…
Santos entró a la segunda parte con otra disposición, se fue al frente en busca de los goles que le permitieran acercarse en el marcador. Ese ímpetu le dio una oportunidad de lujo, pero la desaprovechó.
Corría el minuto 48 cuando el réferi pitó penal a favor de los guapileños, una mano dentro del área no pasó inadvertida. En el manchón blanco se paró Francisco Rodríguez, pero su disparó fue bastante malo, muy enseñado, lo tiró a las manos del arquero y todo siguió como estaba.
Al 80’ el arquero visitante incurrió en otro penal, esta vez sobre Bryan López. Los locales cambiaron de tirador, la tarea se le endosó a Pablo Airboine, quien lanzó con “rabia” y buena colocación. El balón se fue al fondo y la pizarra marcó 1-2.