Por tercera vez un tribunal penal condenó a tres hombres por el secuestro de un catedrático de apellido García, a quien mantuvieron en cautiverio durante 18 horas mientras solicitaban $600 mil a la familia de la víctima.
Después de todo el día de deliberación, los jueces Reinaldo Araya Ucañan, Andrea Víquez y Mariana Alvarado llegaron a una decisión por unanimidad y certeza, por eso condenaron a los imputados de apellidos Bolandi, Mesén y Portuguez a 17 años de prisión por los delitos de secuestro extorsivo y robo agravado.
Portuguez gozaba de libertad, sin embargo tras la lectura del por tanto lo esposaron y trasladaron junto a los otros dos hasta las celdas judiciales, donde antes de abandonar la sala 5 de los Tribunales de Goicoechea se volvió y les dijo a su esposa y dos hijos menores que lo acompañaban que los amaba.
Por falta de agentes de la sección de Cárceles del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) la condena se atrasó 3 horas, lo que causó molestia entre los familiares de los condenados, sin embargo se mantuvieron con fe hasta el final.
La familia del afectado no pagó el precio sugerido por el grupo captor, que logró apoderarse de ¢1 millón de las tarjetas que portaba.
CONDENA ACORDE
El juez Ucaña, quien explicó el porqué de la condena, dijo que según la acusación del Ministerio Público el secuestro se produjo a las 7:58 a.m. del 28 de febrero de 2013.
“Llegan a la casa de García con el timo de alquilar una vivienda y proceden a secuestrar a la víctima, la montan en un carro y la llevaron al primer sitio de cautiverio ubicado en Coronado.
Al mediodía lo llevan al bar La Ballena y mientras estaba atado de sus manos y sus ojos vendados procedieron a quitarle las tarjetas y a la 1:45 a.m. del 1 de marzo logró escapar”, relató.
Para el tribunal las versiones de los testigos fueron contundentes y eso tuvo peso a la hora de tomar la decisión para llegar a la condena.
“La declaración de la víctima fue concreta, las llamadas que hicieron a la casa de la víctima fueron importantes, a pesar de que una de ellas duró tres segundos, pero a partir de ahí se inició la investigación del teléfono del que privaron de libertad.
Portuguez es quien llega a la casa de García, Bolandi se ubicó en la zona y es quien se deshace de los documentos personales de la víctima lanzándolos desde el puente Los Incurables en Guadalupe, donde fue observado, y Mesén aparece en el sitio del levante y después se va a los cajeros utilizando las tarjetas de García”, detalló.
AMENAZAS DE MUERTE
Al finalizar el juicio la esposa de uno de los sentenciados aseguró al tribunal que fue amenazado de muerte, por lo que solicitaba separar a su marido de los otros dos condenados.
Ante esto y en medio de un mar de lágrimas por la condenatoria, la mujer se dirigió al OIJ, donde interpuso la respectiva denuncia que espera no pase nada, ya que afirmó que también ella y sus dos hijos corren riesgo.
Tras finalizar acotó que había mucha prueba como los mensajes de texto, robo y teléfonos que se decomisaron que los involucra con el secuestro de un profesor universitario de 57 años que sufrió lo que es estar privado de libertad.