El nombre de Juan José Rodríguez quedó inmortalizado al ser una de las sorpresas de la nómina en el Mundial de Corea-Japón 2002, pero no vive del recuerdo y se gana la vida como entrenador personal en su propio gimnasio, el cual volverá a abrir la próxima semana, luego del cierre forzado que ante las órdenes del Ministerio de Salud.
El Peché se quedó viviendo en Ciudad Quesada, donde vistió la camiseta del Municipal San Carlos por muchos años, ahí se ganó el cariño de la gente y se quedó a vivir luego de poner punto final a su carrera deportiva.
Después de estar trabajando varios años con el Comité Cantonal de Deportes, el exdefensor se montó su propio gimnasio, el cual tenía que llevar su apodo en el nombre comercial: Peché Fitness.
Sin embago las cosas se vinieron abajo en los últimos dos meses con el cierre forzado que ordenó el Ministerio de Salud y la próxima semana volverá a abrir, aunque sabe que trabajando con el 25% de su capacidad no será suficiente para volver a llevar sus ingresos al nivel de antes de la crisis.
“Esto es un alegronazo de burro. Gracias a Dios uno por lo menos puede abrir y empezar a reclutar a los clientes, pero la misma cantidad de clientes no van a empezar de golpe.
Por un lado uno se alegra porque va a tener ingresos, pero no va a ser lo mismo. Hay que seguir raspando la olla hasta que el Ministerio de Salud no dé la luz verde”, declaró a DIARIO EXTRA.
Durante estas semanas el entrenador personal la vio fea porque estaba generando entre ¢300.000 y ¢400.000 por mes manejando algunos clientes de manera virtual, a los que les hacía rutinas con lo que tuvieran en sus casas, como ligas, pesas, bolas y otros.
Con eso lograba ganarse un poquito, pero sus gastos fijos son altos, pues solo el alquiler del local cuesta ¢500.000 y tenía que pagarles a sus dos colaboradores, por lo que debió echar mano a sus ahorros y apoyarse en su esposa.
“Sinceramente ha sido bastante difícil, pero usted sabe que los futbolistas pasamos momentos muy difíciles en los equipos y ahí uno trata de guindarse de un lado y de otro para ver cómo sale”, agregó.
Rodríguez afirma que actualmente percibe apenas un 20% de lo que ganaba antes de la emergencia nacional por la pandemia.
Afortunadamente Rodríguez tiene clientes fieles, quienes se han mantenido con él durante este tiempo y espera que sigan ahora que empezará a trabajar de nuevo con cierta normalidad.
Sin embargo sabe que será difícil porque hay limitaciones y muchos atraviesan dificultades económicas, por lo que es posible que optaran por salir a correr o andar en bicicleta, en vez de ir al gimnasio.
“Ya la gente empezó a llamarme, me dicen que están ganando la mitad, que si les puedo ayudar y al final vamos a seguir en esta media crisis porque no será el ingreso total que entre, ni será toda la cantidad de gente que se puede entrenar”, explicó.
Rodríguez a sus 53 años tiene la esperanza de seguir amarrándose la faja para sacar adelante su negocio en este tiempo tan complicado.