En lo que va del año, Marcelo Solano, director de la Policía Municipal de San José, informa que han realizado un total de 23 intervenciones con el fin de decomisar medicamentos que se comercializan en Parque Braulio Carrillo, en San José, mejor conocido como el parque de la Merced.
De acuerdo con la información que brindó el jefe policial josefino, son extranjeros que, aunque no han sido detenidos, están identificados y su estatus migratorio está en regla.
“Nosotros los tenemos identificados y casi todos son nicaragüenses con residencia”, asegura Solano. Dichos medicamentos no cuentan con aprobación del Ministerio de Salud o de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS). Incluso, en decomisos que ha realizado la policía judicial, han dicho que esas pastillas no se encuentran ni en los hospitales ni en una farmacia. En esta semana, las autoridades hicieron una intervención y alcanzaron un total de 3.549 pastillas decomisadas en lo que va del 2023. De acuerdo con el reporte de las autoridades, estos fármacos provienen de Nicaragua.
MÁS VENDIDOS
De acuerdo con la información que ha recabado la Policía Municipal, hay medicamentos que son muy apetecidos por los usuarios que se arriesgan a consumir estos fármacos.
“Son 3.549 diferentes pastillas diferentes productos, de ese total, casi 500 dosis son de antibióticos, el resto son pastillas de medicinas variadas”, explicó el jefe policial.
Además de los antibióticos, otros de los productos que más consumen los compradores son las pastillas para planificar.
MIGRACIÓN
Este medio consultó la Dirección de Migración y Extranjería si han realizado alguna intervención respecto a las personas que venden los medicamentos y si estas personas ponen en riesgo su estatus migratorio al dedicarse a la venta de fármacos, sin embargo, al cierre de esta edición, no se obtuvo respuesta.
JOSEFINOS OPINAN
• José Ronaldo Urbina
“Yo a ellos nos les compro, para eso voy a la Caja y me las dan. Además, uno no sabe qué clase de pastillas son, si están vencidas. A esa gente lo único que le importa es vender, aunque ni ellos sepan para qué sirven las pastillas”.
• Ivannia Gómez
“Al menos nunca he comprado, me da miedo porque uno no sabe si lo que está consumiendo uno es lo que realmente dicen ellos (los vendedores) que es y, además, es peligroso”
• Vladimir Pavón
“Mucha gente quizá compra porque no tiene dinero suficiente para ir a una farmacia y ahí las pastillas se las dejan más baratas”.