El ministro de Agricultura y Ganadería, Víctor Carvajal, manifestó que están pensando en trasladar las oficinas del Servicio Nacional de Aguas Subterráneas, Riego y Avenamiento (Senara) a donde quedaba la antigua soda.
Actualmente estas se encuentran ubicadas en Calle Blancos y la expectativa es que puedan operar en La Sabana. Esto implicaría un ahorro para el Gobierno de unos ¢250 millones.
“No será una oficina para cannabis. Estamos pensando en trasladar al Senara a las oficinas del MAG”, indicó.
Carvajal reconoció que, por motivos del teletrabajo, la soda no es rentable y que a su llegada encontró equipo valorado en más de ¢100 millones que no estaban siendo utilizado.
Es por este motivo que decidieron donarlo en su totalidad al Ministerio de Justicia y Paz, desde ollas arroceras, hasta cocinas y mobiliario.
El jerarca respondió de manera afirmativa a que este es un problema heredado de la administración anterior.
La Comisión de Control de Ingreso y Gasto Público de la Asamblea aprobó un informe de investigación que ahondó sobre los gastos cercanos a $2 millones (¢1.100 millones) para construir y acondicionar una soda y un área de archivo en el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG).
La mayoría de los exlegisladores responsabilizaron a la exviceministra de Agricultura, de apellido Quirós y de la administración Alvarado Quesada, pues era la oficial mayor y directora administrativa financiera para ese entonces, así como coordinadora del proyecto.
Concluyeron que la funcionaria pudo faltar al deber de probidad en el manejo de recursos públicos ante el aumento descontrolado que tuvo la obra, pero al final el caso quedó en nada en el Ministerio Público.
La construcción se hizo con fondos públicos y presupuesto del Servicio Fitosanitario del Estado. En aquel momento, los legisladores compararon la soda con la cocina de un restaurante de cinco estrellas.
Hoy en las oficinas del MAG también se encuentra operando el Instituto de Pesca y Acuicultura (Incopesca), pues la idea es aprovechar el espacio que hay disponible desde la llegada del teletrabajo, que hace que algunas oficinas tengan poca ocupación.