PASAR FACTURA es una campaña que estamos promoviendo por redes sociales (en lo fundamental) para hacer mención de la gran responsabilidad que, como ciudadanía con derecho al sufragio, tendremos el 6 de febrero de 2022, con ocasión de las elecciones presidenciales y diputadiles, período 2022-2026. A hoy, miércoles 27 de enero de 2021, estaremos a 375 días de PASAR FACTURA.
Con base en este sentimiento-pensamiento de aprovechar la urna electoral de 2022 para PASAR FACTURA, consideramos que lo más relevante que debemos tener en mente es la gestión financiero-fiscal y tributaria de las últimas administraciones gubernativas de los partidos Unidad, Liberación y Acción Ciudadana; o, como solemos denominar a la actual coalición ejecutivo-legislativa en el “poder”, el PLUSC-PAC.
Ponemos la palabra “poder” entrecomillada, puesto que Alvarado Quesada y las personas diputadas que le siguen en el Parlamento responden a intereses financiero-bancarios y económico-mediáticos que, aun cuando no gobiernan, son el real poder en estos momentos.
En tal sentido, a la hora de votar en el 2022, el PASAR FACTURA tiene que considerar, prácticamente como asunto fundamental, la espantosa realidad financiero-fiscal que representa el gigantesco endeudamiento público del país; el cual, durante todo el año que acaba de pasar, el 2020, nos sacó de nuestros bolsillos la astronómica cantidad de 197 millones de colones, ¡por hora!
197 millones de colones por hora, hizo que, durante cada uno de los 365 días del año pasado 2020, el Ministerio de Hacienda tuviera que pagar intereses de la deuda pública por el orden de casi 5 mil millones de colones.
La profunda reflexión que debemos hacernos y la enorme pregunta paralela a esa reflexión, en el momento de PASAR FACTURA en la privacidad de la urna electoral, es las razones por las cuales la clase política del tripartidismo PLUSC-PAC no ha convertido el tema de la altísima y descomunal deuda pública del país y sus abusivos intereses en el tema número uno del debate nacional.
¿Cuál es la naturaleza de ese gran poder que está detrás de la desgastada clase política PLUSC-PAC que impide que tal tema no adquiera prioridad nacional como sí lo han hecho con el tema del empleo público, o con el tema del préstamo con el Fondo Monetario Internacional (FMI)?
Para que usted tenga una idea de la monstruosidad en contra de la población que implica esos 197 millones de colones por hora en pago de intereses de la deuda pública; y, lo que representa el pago de casi 5 mil millones de colones al día por tal razón; piense en esto:
El préstamo con el FMI es por la cantidad de 1.750 millones de dólares; mientras que solamente en 2020 el país pagó en intereses de la deuda pública 2.764 millones de dólares. Es decir, un préstamo y medio pagamos el año pasado, si nos atenemos a la cantidad esa de 1.750 millones de dólares.
¡Realmente es monstruoso! Tenemos muchísimo tiempo de reclamar la realización de una Auditoría Ciudadana de la deuda pública y del terrible pago obsceno de intereses: ¿qué personas, qué entidades, que instituciones públicas y privadas son acreedoras del país?; ¿cuándo se contrajeron esos préstamos y/o cuál es la realidad anual de la colocación de bonos?; ¿quiénes son tenedores de los mismos y en qué cantidades, al menos?; ¿qué parte de esa deuda se podría reestructurar, condonar, redefinición de plazos, rebaja de intereses, etc.? Cualquier cantidad de interrogantes y de vías de investigación se podrían hacer de este tema tan cruel con la gente como lo es el endeudamiento del país. PASAR FACTURA se convierte en un imperativo ético de primer orden para las personas honestas de este país.
Expresamos un fuerte y vehemente emplazamiento público a las cinco universidades estatales de Costa Rica pues, con todo respeto, llegó el momento de que les pasemos factura, como ciudadanía indefensa y acosada que somos por parte de la clase gobernante del tripartidismo PLUSC-PAC; en el entendido de que les corresponde, en esta hora crucial de la historia patria y de manera coincidente con el año del bicentenario de la independencia, emprender la irrenunciable tarea de ejecución de esa Auditoría Ciudadana de la deuda pública.
Deben pasarse del lado de la gente, del lado ciudadano, del lado de la verdadera democracia y superar la especie de chantaje político que les hace esa corrupta clase gobernante, con los dineros públicos que necesitan para operar.
*Secretario General Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP)