El 26 de marzo Daniel Charles Auberson, de 74 años, falleció en su apartamento ubicado en el Tennis Club de Quepos producto de un paro cardiorrespiratorio.
Su cuerpo lo encontraron tres días después miembros del Club que llegaron a buscarlo por su ausencia tan prolongada. El occiso estaba sobre un sillón en la sala y los pies sobre la mesa.
En un principio se decía que había marcas en los pies del adulto mayor de nacionalidad suiza, sin embargo eso fue desmentido por amigos y la autopsia hecha por el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), que determinó que la causa de muerte efectivamente había sido el paro cardiaco.
HOMBRE DEL DEPORTE
Lo que pocos conocían de Auberson, nacido en Ginebra durante 1946, es que este apasionado del tenis dejó su tierra para venirse hace 10 años a nuestro país encantado por las bellezas naturales.
De hecho, dentro de la enorme carrera de Auberson está que fue una de las promesas suizas en el tenis al ganar campeonatos junior en 1974.
Jugó para el equipo nacional enfrentando a jugadores de la talla de Panetta y Orantes. Inauguró el Tornero Ginebra Central Court contra Pancho Segura.
En numerosas ocasiones, fue compañero de entrenamiento para campeones de Grand Slam que incluyeron a Lever, Gimeno, Roswall y Hoad; además, lo incluyeron en el equipo de Copa Davis de Suiza.
Una de sus mayores proezas fue invitar a Roger Federer, quien vino al país a jugar la Copa del Café cuando apenas tenía 14 años.
Eduardo Chacón, amigo de Auberson, adujo que la noticia de la muerte lo impactó cuando salió en DIARIO EXTRA. Tras explicar lo que había sucedido contó que su querido compañero falleció por el paro y no por un hecho violento como se informó en la comunidad.
“Cuando me di cuenta de la noticia me impactó ver la fotografía y saber que la historia que se contaba en el pueblo no era tal cual, en realidad Daniel era suizo y nadie conocía lo excelente jugador de tenis. Es justo que se sepa la historia de este señor y se reseñe su el legado de un excampeón de talla mundial en el tenis como lo fue mi amigo”, sostuvo.
Chacón lo recordó como una persona servicial, siempre atento a ayudar a los demás, de temperamento muy agradable y jugaba al tenis como nadie ha visto al menos en Quepos.
“Era un hombre de visión futurista, cuando jugaba al tenis pese a su edad lo veía como un cocodrilo en la net, situación que lo hacía destacar. A Quepos le trajo muchos torneos y trajo muchos jugadores junior como Lawrence Davis, número 27 del mundo en la WTA”, acotó.
Para cerrar Chacón dijo que su amigo una vez le dijo palabras de un sabio que lo marcaron de por vida: “Hay que vivir la vida porque solo hay una y no hay tiempo para pelear”.