Panamá. (EFE y Reuters) – El consorcio que está a cargo de la ampliación del Canal de Panamá informó que las obras han sido suspendidas indefinidamente al no poder resolver una disputa sobre el aumento de los costos del proyecto.
El Grupos Unidos por el Canal (GUPC), que lideran la española Sacyr y la italiana Impregilo, asegura que la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) le adeuda $1.600 millones.
A comienzos de esta semana el consorcio negó que las labores de construcción se hubieran frenado, algo que fue confirmado mediante un comunicado difundido ayer.
Según informaron, se le entregó a la ACP una nueva propuesta para llegar a un acuerdo de cofinanciación.
La ruptura de las negociaciones, indicaron, pone \”en riesgo inminente\” unos 10 mil puestos de trabajo y podría llevar a las partes a enfrentarse \”a años de disputas ante los tribunales sobre los pasos que han llevado el proyecto al borde del fracaso\”.