Ciudad del Vaticano. (EFE) – El papa Francisco afirmó que no condena a los homosexuales y que deben ser integrados en la sociedad, pero dijo que es contrario a todos los lobby, incluido el gay, y defendió que las mujeres tengan un mayor papel en la Iglesia, aunque recordó que las puertas al sacerdocio femenino están cerradas.
El Santo Padre hizo estas afirmaciones en un encuentro con los periodistas, entre ellos la agencia EFE, que lo acompañaban en el avión en el que regresó a Roma desde Río de Janeiro, donde presidió la 28 Jornada Mundial de la Juventud.
\”En un lobby no todos son buenos, pero si una persona gay busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarla? El Catecismo de la Iglesia Católica explica y dice no se debe marginar a esas personas y deben ser integradas en la sociedad\”, afirmó.
Durante hora y media respondió todas las preguntas que libremente le hicieron, algunas delicadas, como las referentes al caso del sacerdote Battista Ricca, nombrado recientemente secretario del IOR, el llamado banco del Vaticano, que se ha visto salpicado en un escándalo de tintes homosexuales.
Tampoco dudó en hablar del Vatileaks y el divorcio, entre otros.