(Ciudad del Vaticano, AFP). El papa Francisco está de “buen humor” este martes, horas después de que los médicos confirmaran que su vida ya no corre peligro y contemplen su futura salida del hospital Gemelli de Roma, tras 26 días ingresado por problemas respiratorios.
“Está de buen humor, porque también está mejor”, indicó una fuente vaticana sobre el pontífice que, en la mañana, siguió a distancia ejercicios espirituales en el Vaticano y rezó en su capilla privada del hospital, según las informaciones oficiales.
En su apartamento de la décima planta del hospital del norte de Roma, el santo padre de los católicos continuó con la fisioterapia y sus ejercicios para recuperar sus capacidades respiratorias, debilitadas por la enfermedad.
El último parte médico, difundido el lunes por la noche por el Vaticano, indicó que el pronóstico dejó de ser “reservado” y ahora la principal incógnita es cuándo los médicos darán el alta al jesuita argentino de 88 años.
“Que vuelva pronto a Santa Marta. Lo queremos mucho y Santa Marta está vacía sin él”, dijo a la AFP a la entrada del hospital Simonetta Maronge, una empleada de la residencia donde vive Francisco cuando está en el Vaticano.
A los pies de la estatua de Juan Pablo II, que preside la entrada de la clínica Gemelli, los creyentes siguen depositando velas, flores, dibujos y rosarios para pedir por la pronta recuperación del primer papa latinoamericano.
El líder espiritual de 1.400 millones de católicos fue ingresado el 14 de febrero en el hospital Gemelli por una bronquitis, que derivó en una neumonía bilateral. Tras varias recaídas, los médicos empezaron a contemplar el final de su hospitalización.
Su estado es “estable”, pero la “complejidad” del cuadro clínico y las infecciones presentes cuando fue ingresado obligan a continuar el tratamiento en el hospital “algunos días más”, indicó el lunes el parte médico, sin precisar fechas.
Sin embargo, una fuente vaticana negó este martes que se estuvieran llevando a cabo preparativos en la residencia Santa Marta para el regreso del pontífice, dando a entender que su salida del hospital no es inminente.
Desde el hospital, ha estado trabajando de manera intermitente y siguiendo las noticias siempre que ha sido posible, incluidas las inundaciones que han afectado a su país natal, Argentina. El papa expresó en un telegrama su dolor por las víctimas.