El juicio que se sigue por la muerte de cuatro norteamericanos en un tour de rafting, el 20 de enero de 2018, fue escenario de un zafarrancho por la molestia del papá de una de las víctimas.
En el debate Katherine Chaves, representante de la Fiscalía, emitía sus argumentos en torno a las declaraciones que dieron los imputados.
Al cierre de la primera sesión del jueves el papá de Jorge Caso, una de las víctimas mortales, se levantó de la silla y se acercó al estrado.
El hombre, visiblemente molesto, se acercó a la jueza principal para recriminarle que no creía en la justicia de Costa Rica.
Además señalaba a uno de los defensores e indicaba que este estaba riéndose, pero el gesto no se podía observar porque portaba un cubrebocas.
Esto provocó que los oficiales de seguridad del tribunal debieran escoltarlo fuera de la sala y del edificio.
En tanto, para la sesión de la tarde el tribunal estuvo custodiado por los agentes y Caso prometió que no volvería a protagonizar una situación similar.
Jorge Salas, defensor público de Quepos y Parrita, y quién representa a uno de los imputados de apellidos Contreras Martínez, fue señalado por el norteamericano quien señaló que debían separar al abogado del caso.
Esto sorprendió al defensor pues aseguró que en ningún momento tuvo algún contacto con él y que no entendía por qué se molestó Caso.