Atenas, (EFE).- Cefalonia vive con pánico las horas posteriores a los dos terremotos de más de 5 grados de la escala Richter que sacudieron la isla griega en una semana, a los qya han seguido centenares de réplicas, lo que ha llevado a la población a pasar la noche en vehículos y edificios públicos.
Aunque en Cefalonia se encuentran varios buques de la Armada griega y transbordadores civiles con capacidad para cerca de 2.000 camas, éstos no son suficientes para albergar a la mayoría de personas, que se han refugiado en automóviles y en polideportivos considerados seguros.
\”El resto ha podido quedarse en el Palacio de Deportes municipal, en tiendas de campaña y en diez autobuses\”, explicó a Efe el alcalde de Cefalonia, Alexandros Parisis.
Sin embargo, la calma no llega a la isla debido a las numerosas réplicas y a la posibilidad de que se produzca un nuevo temblor fuerte.
En declaraciones a Efe, el director de investigación científica del Instituto Geodinámico de Atenas, Vasilis Karastathis, explicó que desde el terremoto del 26 de enero ha habido 310 réplicas superiores a los 3 grados en la escala Richter y sólo en las últimas 24 horas se han registrado 50 réplicas mayores de esta fuerza.
La réplica más fuerte, de 4,4 grados Richter, tuvo lugar poco después del terremoto del lunes, aunque Karastathis no descarta la posibilidad de que se puedan producir nuevas sacudidas de entre 4,5 y 5 grados.
\”No podemos descartar que se produzca otro terremoto aún más fuerte. Cefalonia es la región con el potencial sísmico más alto de Grecia, porque allí se unen dos placas tectónicas\”, aseguró el experto.
Los trabajos para devolver la normalidad a la isla no cesan y en estos momentos, según Parisis, se está reparando la red de distribución de agua para poder restablecer cuanto antes el suministro de agua potable.
Además, se prevé repartir 3.000 raciones de comida entre los damnificados.
De acuerdo con el alcalde, poco después de las 11.00 de la mañana (09.00 GMT) se produjo un episodio de mucha tensión en la localidad de Lixuri, cuando entre la población corrió el rumor de que debían ser evacuados ya que varios agentes de Policía se personaron en algunas casas para desalojarlas con el pretexto de un nuevo terremoto.
No obstante, el rumor fue rápidamente desmentido por el servicio de Protección Civil, que trató de devolver la calma a los residentes.
El hospital local de Lixuri, que sufrió daños tras el último sismo, se encuentra colapsado por un gran número de personas que esperan ser atendidas, según mostró el canal Skaï.
El segundo gran sismo, de 5,7 grados en la escala Richter y que causó diez heridos leves y numerosos daños materiales, se produjo en la madrugada del lunes como réplica del ocurrido el pasado 26 de enero, de 5,9 grados.
Según una fuente del Ministerio de Educación consultada por Efe, la apertura de los colegios, prevista para mañana, se ha retrasado indefinidamente hasta que se evalúe el estado de todos los centros.