200.000 personas perdieron su empleo durante el 2020, la gran mayoría a raíz de la pandemia por Covid-19.
Este fue uno de los hallazgos del Informe Estado de la Nación 2021, el cual destacó que la baja capacidad para crear empleo en el país continúa generando trabas para la reactivación económica.
Pamela Jiménez Fontana, investigadora del Programa Estado de la Nación, indicó que el ritmo de crecimiento determina la producción de empleo en el país.
Fonseca detalló que el golpe al empleo en 2020 generó las mayores complicaciones para acceder al mercado laboral desde la crisis económica de 2008.
“La generación de empleos en el sector de hoteles y restaurantes fue lo más afectado, se contrajo a casi la mitad de lo que se tenía un par de meses antes, mientras que otras actividades como financieras y seguros no fue tan afectada.
Los servicios financieros y de seguros están muy por encima del nivel que tenían en el 2020, o sea, ya superaron la pandemia, pero al final, la mayoría de actividades todavía está en niveles por debajo del nivel que tenía antes de que iniciara la pandemia y algunos tienen dinámicas de recuperación lenta, como hoteles y restaurantes y la actividad agrícola”, indicó.
RECUPERACIÓN ASIMÉTRICA
La investigadora recalcó que la recuperación por sectores fue asimétrica. El régimen por zonas francas enfrentó un golpe, pero es el que tiene mayor rapidez en la recuperación.
El Programa Estado de la Nación enfatizó que el Gobierno impulsó 661 medidas para la atención de la pandemia, pero solamente 227 se dieron en materia económica, siendo la mayoría en banca y finanzas, servicios y turismo.
Los hallazgos determinaron que 866.209 hogares en Costa Rica, es decir, más de un 54 %, experimentó algún problema producto de la pandemia por el nuevo coronavirus.
El golpe afectó en gran medida a grupos de población vulnerables, lo que desencadenó pobreza y una profundización de las brechas sociales.
Mientras tanto, los resultados de acuerdo con las regiones del país muestran que las zonas Huetar Norte y Huetar Caribe poseen un mayor impacto en la reducción de jornadas e ingresos laborales.
Eso sí, el desempleo se acentuó aún más en la región Chorotega y Pacífico Central.
AFECTACIÓN LABORAL
En el vigésimo sétimo informe del Estado de la Nación los efectos laborales negativos de la pandemia se abordaron con base en el enfoque de clases sociales.
Las mayores repercusiones se dan en el grupo “pequeños propietarios”, con una incidencia de daños en el empleo del 78 %. Le sigue “otros trabajadores” y “clases obreras industriales” y “de servicios”, con cifras cercanas al promedio nacional de un 43 %.
Con respecto al grupo de “profesionales y medianos empresarios” representa una afectación del 26 %, así como las clases intermedias como técnicas y administrativas.
El Programa Estado de la Nación determinó la existencia de empleos con baja calificación afines a la economía más tradicional y que pertenecen a diversos sectores económicos con mayor pacto producto de la crisis.
La pandemia deterioró la situación de las personas con algún tipo de informalidad laboral, así como también en ocupaciones no calificadas.