Darwin González Hernández, conocido como Pancho Villa, descuenta prisión preventiva en una celda colectiva de Máxima Seguridad de La Reforma, donde recibió a un equipo de DIARIO EXTRA.
Actualmente hay 13 personas acusadas en un sonado caso que fue señalado recientemente para ir a juicio por los delitos de legitimación de capitales y tráfico internacional de drogas.
Esposado y custodiado por dos oficiales de la Policía Penitenciaria que lo llevaron hasta un locutorio, del que nos separaba un vidrio blindado, acudió para contar detalles sobre los casi dos años y medio que tiene de estar privado de libertad.
“Estoy preso porque me acusan de legitimación de capitales y tráfico internacional de drogas, al día de hoy varió a tráfico nacional y se supone en las conclusiones del fiscal que, en algún lugar del Pacífico Central, ya no es la hipótesis que se mantenía en su momento que se sacaba droga de Puerto Jiménez y Golfito, y al día de hoy no se ubica el lugar, nada en el Pacífico, que se les entregaba a personas no identificadas”, asegura.
Según la Fiscalía, la casa que a usted le decomisan la compró con dinero del narcotráfico…
– Señor, fue donada por mi abuelo después de 70 años que le perteneció. En su momento el OIJ dijo que era comprada con esa plata, les di documentación del año 2008, donde en otra finca que fue adquirida y vendida cuando empezó mi capital semilla. Nunca me imaginé que crear un capital en este país iba a ser ilegal, he pagado impuestos y al día de hoy no pudieron demostrarlo y sigo preso.
También se habla del terreno del agua…
– No tiene que ver con esta investigación, la finca tiene 12 años de pertenecer a nosotros y se compró a pagos. El dueño siempre estuvo anuente a atestiguar cómo se hizo la compra de la finca de 20 hectáreas en un terreno quebrado.
¿En qué utiliza la finca?
– Toda se reforestó, fue una finca ganadera que estaba abandonada, ahora tiene 9 mil árboles sembrados, todos los nativos de la Zona Sur. El ICE (Instituto Costarricense de Electricidad) hace proyectos, sembró muchos árboles.
¿En cuánto compró la finca?
– Se compró como en ¢60 millones y a pagos.
¿Cómo nace su capital?
– Por la venta de una finca del 2008 con otra finca en Golfito, por más de $600 mil que pasó por todos los bancos de este país, ahí empezó el patrimonio, también con una ferretería en el 2011, que generó mucho dinero para otras propiedades y la adquisición de otras.
Al momento de su captura, ¿qué estaba haciendo?
– Estaba en mi casa con mi esposa y mis hijos. Se veían muchos movimientos de vehículos en la zona y propiedades de nosotros, pero no tenía temor porque el que no la debe no la teme.
¿Quién lo visita ahora que está preso?
– Mis hijos, los trae mi suegra, vienen amigos y mi esposa, que viene a la conyugal conmigo. Ahora no puede venir a visita normal, porque un juez dijo que no puede.
¿De dónde nace el alias de Pancho Villa?
– No hemos podido descifrar de dónde nace, porque nunca se me ha dicho así. Ahora no es Pancho Villa en el expediente, me dicen Gato o Gatillo, han cambiado las versiones en todo el transcurso, desde que estoy preso.
¿Por qué cree que le cambian el alias?
– No sé, todo ha cambiado, el motivo de todo, estoy preso mientras espero una pericia económica que al día de hoy no se dio, ahora es un informe policial.
¿Cómo ha sido estar en una celda de Máxima Seguridad?
– Muy duro, esto nace por una jueza, Hazel Murillo Beita, le mienten a ella sobre este caso, fue la que me mandó a Máxima Seguridad. Soy la única persona que no tiene comunicación con nadie.
¿Qué tiene que ver una jueza con un agente del OIJ en esta causa?
– Las personas que vincula con las llamadas mías fueron todas las que son testigos que declararon, no sé si es por odio. Hazel vivía un año con uno de los imputados, fue la esposa de uno de los imputados. Fue la jueza de esta investigación y no allanó mi casa, allanó en Ciudad Neily la oficina de Miguel Campos en el OIJ, era su esposo. Son muchas violaciones que han cometido en este tiempo.
¿Por qué cree que se dan estas violaciones contra usted?
– En nuestro sistema judicial estamos mal, se manipulan en su totalidad, es un caso que han intentado hacerlo lo más mediático posible y hoy estamos en un juzgado de San Ramón, pese a que la investigación nace con un señor Iván Salazar en Puente Piedra de Grecia, que nunca le allanaron.
¿Qué pasa con ese cambio de sede judicial?
– Grecia se quita el expediente y se lo dan a San Ramón, nadie sabe los motivos.
¿Qué hace en la celda para poder sobrellevar el caso?
– La celda es muy pequeña, es de 6×6, con un patio de 2×6, nos levantamos temprano, hacemos ejercicios, trato de llevar una vida normal. Somos 4 en la celda y nos llevamos bien. No he tenido problemas con nadie, soy tranquilo.
¿Come comida que le da el centro penal o compra de afuera?
– Gracias a Dios sigo ganando lo que ganaba mensualmente entre ¢25 millones a ¢30 millones y estando preso gano lo mismo, pertenezco a la cooperativa Coopeagropal, así que produzco lo mismo, se me trae la comida de la calle y todo lo que necesito. Mi familia sobrevive a lo mío como toda la vida. Es comida casera (pollo-carne) y comparto con mis compañeros de celda.
¿Qué dice su familia de que lleve más de dos años preso?
– Están muy preocupados, nadie se espera llegar a la situación, menos en las situaciones que hemos estado, todo es una mentira para todos, una mentira del fiscal Esteban Chavarría, que mantiene la hipótesis que sigue manteniendo y él mismo la ha variado.
¿Le guarda resentimiento a alguna persona, se arrepiente de algo?
– No le guardo resentimiento a nadie, no me arrepiento de nada porque no he hecho ningún daño, no he hecho un delito.
¿En prisión se vive o se sobrevive?
– Se sobrevive y hay que saber llevar la vida, es una escuela. Aquí nos despertamos a las 6 a.m., cuando hacen el recuento los oficiales. No tienes paz, sufrís por tu familia, pensás mucho. Han sido muy buena gente con los compañeros que estamos ahí. Se tuvo que hacer una familia.
¿Habla seguido con su familia?
– A diario no puedo hablar, en Máxima dan dos llamadas a la semana de 15 minutos cada una, los martes y jueves. Hablo con mi esposa, hijos y mamá, tengo que repartir los 15 minutos.
¿Qué hace su esposa?
– Estuvo presa como dos años, con una hipótesis que si la soltaban se escapaba, ahora el mismo fiscal lo desmiente en su totalidad. Al día de hoy está en la casa, con tobillera electrónica y con mis hijos.
¿Qué espera del proceso en el que está involucrado?
– Espero en Dios que todo salga bien, el caso fue elevado a juicio, no dejaron discutir la defensa material, la jueza nos negó, espero que vean la realidad, es difícil. La manipulación que hay, no se entiende en la jurisdicción de crimen organizado, a San Ramón no le pertenece, cuáles son los motivos por los cuales no lo trasladan.
¿Ha pensado si lo condenan?
– Se me ha venido a la mente, pero estoy plenamente (seguro) que no pasará, no hay forma de involucrarme en el caso, el mismo fiscal lo ha dicho, lo financiero esta correcto según el peritaje lo mío está correcto.
¿En qué invierte su dinero?, ya que es mucho.
– Genero demasiado empleo, el proyecto de la embotelladora genera en fincas en la planta entre 25 personas aproximadamente, más finca de palma, aguacate y en Limón no paro de sembrar. Si fuera dinero ilícito, ¿no se pararían los proyectos?
¿Qué papel juega la prensa en este tipo de casos?
– Juega un papel importantísimo, hay medios que parecen que trabajan con el Poder Judicial, en algunos casos ayudan, pero en otros mienten, y engañan la vida a la gente, luego vas a un tribunal y sales absuelto. Nada de esto tuvo que ver con el narcotráfico.
¿Cómo fue el primer día en cárcel?
– Difícil. Estábamos en la pandemia, pasé 20 días solo en una celda, luego me llevaron a una colectiva, no me imaginé estar en una situación de esta clase. Nunca me pasó por la mente estar en prisión, solo he tenido un problema con el Minae (Ministerio de Ambiente y Energía) por el cauce del río, se concilió con un juez.
¿De dónde salió la flotilla de vehículos que se dijo que tenía?
– Lo único que se me incautó fueron dos vehículos pick up (una Chevrolet Silverado y un Toyota Land Cruiser), después que dijeran que 50 carros, la flotilla terminó en dos. Tenía varias armas, pero todas con permiso.
Mi familia vive en la casa de la finca, fue una herencia de más de 10 años de mi abuelo, se la traspasé a mi esposa y el fiscal dice que mi esposa me compra la finca con dinero del narcotráfico. Fue un delito para ellos.
Decían que tenía mucho efectivo…
– No tengo ningún vicio, me gusta la pesca en Golfito, tengo la casa que tiene muelle, la allanaron y no ubicaron nada, no sé cuáles son los botes que el fiscal ha mencionado. Nunca me decomisaron droga, ni un puro, $8 mil me decomisaron y esa es la legitimación de capitales.
¿Qué relación tenía usted con la jueza y el investigador del OIJ?
– Cuando vio que era la jueza el agente del OIJ me dijo que fue la que le allanó las oficinas, pero nunca imaginé que llevara el caso, no sé si era mi esposa, me decía. Le mintió al fiscal y a todos, firmó los allanamientos, firmó los levantamientos del secreto bancario, intervenciones telefónicas, ella lo hizo todo.
¿Por qué desde que ingresó a la cárcel ha estado en Máxima Seguridad?
– No sé por qué me tienen aquí, dicen que soy el líder de la organización, a pesar de que no me vinculan con nadie. Ingenieros y gerentes de empresas, todos testificaron, el fiscal dijo que traía toneladas de droga de Colombia y Ecuador. Un finquero que vende queso prensado, que nos ha vendido toda la vida y me llama y me dice que tiene 6 kilos de queso, le dije que llegara a la casa por la parte de atrás y mi esposa le paga. En la audiencia llegó y aseguró que hablaba con él por el queso.
¿Hay corrupción en el Poder Judicial?
– Claro que hay corrupción, es tanto así que, al día de hoy, el fiscal general tiene el atrevimiento de montar una ley, miente al presidente y a los diputados, firma ley con retroactividad, que diga cómo manipulan una ley como esa y dañan a muchas personas, esa ley nos tiene presos, que es derogada. Iván Salazar lo negó, la manipulación en Grecia y San Ramón ha sido por el fiscal, un juez de garantías nunca nos ha dado la razón. El Código Procesal Penal no vale.
¿Sabía que lo estaban siguiendo?
– Veía carros, sí, pero que me tuvieran el teléfono (intervenido) no era problema, estaba a mi nombre en el ICE y si estuviera en algo ilícito no lo pongo a mi nombre, es el único que ha estado intervenido.