Los Paleteros que se hicieron famosos por la Churchileta (helado con sabor a granizado) habrían dejado una deuda superior a los ¢70 millones con Tributación y la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Así se desprende de información que aparece en el sitio web de ambas instituciones bajo la cédula jurídica con que estaba registrada dicha empresa.
DIARIO EXTRA intentó comunicarse con Édgar Berrocal y Daniel Phillips, quienes estaban a cargo de la compañía, pero no fue posible al cierre de edición. No respondieron a los mensajes de los celulares suministrados por allegados.
Por su parte, Edgar Artiñano, cofundador de la compañía, dijo que ya no formaba parte de ella desde hace algún tiempo y no iba a dar declaraciones.
En el caso de Tributación, la deuda de los Paleteros estaría en cobro administrativo y obedece al no pago del impuesto de ventas y sobre utilidades.
Según los registros la morosidad habría empezado en diciembre de 2018.
Entretanto, en la CCSS aparece una deuda por ¢19,6 millones, que también está en cobro administrativo.
La empresa tuvo un boom en 2016 cuando sus tres socios se unieron creando un nuevo concepto de heladería que llegaría a convertirse en franquicia.
Sin embargo, este habría llegado a su fin o al menos estaría en alguna pausa, pues de acuerdo con la publicación de un medio de negocios, la famosa firma se vino abajo.
Este medio consultó al presidente Carlos Alvarado sobre el cierre de empresas y al respecto señaló: “Estamos trabajando fuerte para prever crédito, para dar facilidades. Ayer (jueves) estuve con alguien que pedía que se hiciera una tregua en materia de trámites, el gobierno desde hace más de cuatro meses planteó una moratoria en toda esa parte, no se están inscribiendo nuevos trámites salvo si son para quitar.
Nuestra lucha y nuestra cruzada sigue ahí. Confío en que el año 2020 veremos más resultados”.
Karol Fallas, directora del Centro Nacional de Franquicias, manifestó que los Paleteros nunca estuvieron afiliados. Sin embargo, les tomó por sorpresa saber del cierre.
Este centro da acompañamiento a la estructuración de empresas que deciden constituirse bajo su sombrilla para que con esa guía tengan mayor oportunidad de triunfar.
Fallas reconoció que este fue un año atípico debido a la situación económica y algunas compañías tuvieron que cerrar locales, es decir priorizaron unos sobre otros.
En los últimos 10 años menos de un 2% de las empresas acompañadas por el Centro Nacional de Franquicias ha dejado de funcionar.
“Hubo locales que tuvieron que cerrar este año por un tema de costos, pero la franquicia como tal no cierra y tienden a ser los menos y otros tuvieron que detener su proceso de expansión”, recalcó.