Para el gobierno el reciente pronunciamiento que emitió al país ante los actos de violencia que sacudieron Venezuela es suficiente y asegura que es muy “fácil” para algún candidato presidencial o ciudadano solicitar una posición más contundente de la presidenta Laura Chinchilla.
Según el gobierno, debe medir muy bien los pasos que toma, en sus palabras “lo estamos viendo con mucho cuidado”. Eso no significa, según el canciller Enrique Castillo, que dejen de lado el tema, por el contrario, “seguimos monitoreando” y de ser necesario el país asumirá una posición más severa.
CELAC SIN CONSENSO
El Ministro rechazó que Chinchilla desde la presidencia de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) pueda dar un jalón de orejas o hacer un llamado a Venezuela, país miembro del foro.
Según enfatizó, la presidencia es solo un vocería del resto de los estados miembros y para promover una posición debe obligatoriamente existir un consenso en el resto de países.
Indicó que a lo interno de la Celac se trabaja en un pronunciamiento oficial, que justamente no se ha podido divulgar porque no existe acuerdo entre todos los miembros.
LLAMADO
El escenario venezolano ha urgido el pronunciamiento de políticos como Johnny Araya, Otto Guevara y el expresidente Óscar Arias.
“Quiero sumar mi voz a un coro de preocupación que recorre buena parte de nuestra América. Miles de estudiantes y opositores al gobierno del presidente Nicolás Maduro en Venezuela fueron brutalmente atacados con… armas de fuego por los cuerpos de seguridad. Tres personas murieron y al menos 26 han resultado heridas al finalizar una serie de protestas en Caracas y otras ciudades venezolanas.
En ningún país verdaderamente democrático uno va a prisión o es asesinado por pensar distinto o por querer manifestar su oposición a las políticas del gobierno. Venezuela puede hacer todos los esfuerzos de oratoria que desee para vender la idea de que es una verdadera democracia, pero con cada violación a los derechos humanos que comete niega en la práctica esa afirmación, porque reprime la crítica y la disidencia.
Todo gobierno que respete los derechos humanos debe respetar el derecho de su pueblo a manifestarse pacíficamente. El uso de la violencia es inaceptable”, divulgó Arias.