País registra 1.000 nacimientos menos cada año

País registra 1.000 nacimientos menos cada añoA nivel mundial, se registra desde los últimos años una tendencia cada vez mayor a tener menos hijos. Ya sea por factores sociales, económicos o culturales, dicha decisión la han adoptado las nuevas generaciones y Costa Rica no se queda atrás. Se estima que el país tiene 1.000 nacimientos menos por año en promedio, cuya […]

A nivel mundial, se registra desde los últimos años una tendencia cada vez mayor a tener menos hijos. Ya sea por factores sociales, económicos o culturales, dicha decisión la han adoptado las nuevas generaciones y Costa Rica no se queda atrás.

Se estima que el país tiene 1.000 nacimientos menos por año en promedio, cuya tendencia se comenzó a incrementar a partir de 2016.

Los principales indicadores demográficos del periodo 2012-2022 del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) destacan que la fecundidad en el país mantiene una sostenida tendencia descendente.

Por ejemplo, en 2012 las mujeres tenían, en promedio, 1,84 hijos e hijas al finalizar su periodo fértil, un nivel que ya para esa fecha se encontraba por debajo del reemplazo generacional (que requeriría 2,1 hijos e hijas por mujer).

Sin embargo, para 2022 este promedio se redujo a 1,29 hijos e hijas por mujer, es decir, aproximadamente un hijo o hija menos en los últimos once años.

Estos números señalan que, a partir de 2020, el país presenta niveles de fecundidad denominados ultrabajos, pues se encuentran por debajo de 1,5 hijos e hijas.

Ahora bien, si hablamos de los nacimientos totales en todo el país, se demuestra una disminución mayor de más de 5 puntos en la tasa bruta de natalidad, ya que para 2010 el país registró 70.922 nacimientos, y una tasa de 15,6 y a partir de este año empieza a descender de forma lenta, acelerándose desde 2016, llegando al 2022 a tener tan solo 53.435 y una tasa de 10,2 y para 2023 apenas se registraron 50.205.

Dicho número de nacimientos no se registraba en el país desde hace 68 años, cuando en 1956 se dieron 51.481.

DESCENSO DESDE LA CARIT

En Costa Rica, el principal centro de salud en servicios para mujeres en medicina especializada, atención de emergencias, diagnóstico de enfermedades, hospitalización y sala de cirugía es el Hospital Nacional de las Mujeres Adolfo Carit, ubicado en San José centro.

Este centro médico se destaca por ser uno de los epicentros de la maternidad en el país, pero también reflejo de este descenso en los nacimientos.

Según datos de la CCSS, en comparación con 2019, los nacimientos en La Carit se redujeron un 13% para la actualidad, ya que hace cinco años se registraban 4.272 partos, mientras que, para el último año, la cifra llegó a 3.710.

Estos números representan una disminución notable en comparación con hace 50 años, ya que según los archivos de la Caja; “En 1974 hubo 5.155 partos, entre ellos dos trillizos y 106 partos gemelares”.

BAJA EMBARAZO ADOLESCENTE

Ahora bien, un aspecto que sí resulta positivo es la cantidad de madres adolescentes que se registran en La Carit, ya que en 2019 la cifra de partos cuyas madres tenían entre 10 a 19 años era de 571, mientras que, en 2023, este número se ha reducido, pues llegó a 364 reduciéndose más de un 36%.

Además, si se examina a nivel país, se demuestra una reducción todavía más significativa y, conforme más pasa el tiempo, cada vez es más estrecha.

Según el INEC, en 2010 se reportaron 428 nacimientos de bebés cuyas madres tenían menos de 15 años, cifra que bajó para 2022 hasta 211 y ya en 2023 se sitúa en 198, es decir, se redujo más de un 53%.

En el grupo etario siguiente (de 15 a 19 años), se registra una caída todavía más drástica, pasando de 12.828 nacimientos hace 14 años a 4.362 en 2023.

Por otra parte, se destaca un desplazamiento en el grupo de edad donde las madres acostumbraban más a tener sus hijos, ya que para 2010 la mayor parte de los partos se daba en pacientes de entre 20 a 24 años, 21.353 mientras que en la actualidad este grupo etario apenas registra 11.888.

Ahora 13.616 madres tienen a sus hijos entre los 25 y 29 años, siendo este el mayor número en relación con los demás grupos etarios, lo que demuestra que las generaciones más jóvenes son las que tienen más marcada la mentalidad de no procrear y las costarricenses ahora deciden ser madres a una mayor edad.

DESAFÍOS DE LA ULTRABAJA FECUNDIDAD

En febrero de este año, el Centro Centroamericano de la Población (CCP) de la Universidad de Costa Rica (UCR) en compañía del INEC, el Estado de la Nación y otros organismos, efectuó el simposio “Tendencias de la Fecundidad en Costa Rica” donde analizaron los principales retos que traería consigo esta cifra de ultrabaja fecundidad en el país.

“Las tendencias hacia la ultrabaja fecundidad se documentaron sobre todo en Asia, Europa y recientemente en América Latina. En el 2022 se registró en Uruguay una Tasa Global de Fecundidad (TGF) de período de 1,27 hijos por mujer, en tanto en Costa Rica esta alcanzó un valor de 1,29 en 2023.

Este panorama plantea diversos escenarios, lo cual muestra la importancia de analizar, prever y planificar en la medida de sus posibilidades y condiciones de desarrollo la reducción en la fecundidad del país”, acotó la CCP.

Según expresó el demógrafo Luis Rosero en dicho simposio, para 2075 los nacimientos en el país podrían alcanzar apenas los 23.000, representando un reto para el país en tema de productividad y pensiones, esto puesto que cada vez la población tica se vuelve más longeva.

“La reducción en el número de nacimientos aumenta con el tiempo el peso relativo de las personas adultas mayores, lo cual explica el proceso de envejecimiento poblacional y plantea desafíos para la sostenibilidad de los sistemas sanitarios y de seguridad social.

En este contexto, los países con una TGF menor a 1,3 hijos por mujer experimentarán un proceso de envejecimiento a una velocidad mayor que la esperada originalmente. Esto significa una ventana temporal más corta para aprovechar las oportunidades que también produce el descenso de la natalidad, por ejemplo, las posibilidades de mejoramiento del capital humano”, destacaron.

De este modo, las políticas públicas aplicables y la respuesta institucional serían determinantes con respecto a las consecuencias que se puedan experimentar debido al envejecimiento drástico que enfrentaría la población.

C.R. EN COMPARACIÓN CON EL ORBE

La tendencia de tener menos hijos o en efecto no tener por parte de las nuevas generaciones obedece a un fenómeno global, ya que, si se comparan los datos del país con el resto de naciones, se evidencia que inició por los países más desarrollados y luego fue migrando al resto del planeta.

Según información de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el promedio de tasa de fecundidad por cada mujer en sus países miembros se ubica en 1,6, es decir, el país estaría debajo de esa cifra según los datos de 2023.

Además, si se compara con los demás países latinoamericanos miembros de este organismo, Costa Rica es el más bajo, ya que Colombia, Chile y México tienen una tasa de 1,7, 1,5 y 1,8 respectivamente, mientras que, como se indicó anteriormente, el país registró apenas 1,3 hijos por cada mujer en el año 2023.

¿POR QUÉ HAY MENOS?

Según expertos de la UCR, el principal aspecto que impacta la tasa de fecundidad es la universalización en el acceso a métodos de planificación familiar (métodos anticonceptivos) y los avances en servicios de salud sexual y reproductiva, ya que estos posibilitan a las parejas decidir cuántos hijos e hijas desean tener y en qué momento de su vida tenerlos. “Otros determinantes de los cambios en la fecundidad han sido las condiciones económicas, sociales, culturales, políticas, epidemiológicas, e incluso ambientales.

Adicionalmente, el mundo se enfrenta a fenómenos de alcance global que inciden sobre los comportamientos de las personas en edades reproductivas, tales como los conflictos bélicos, la criminalidad organizada y la pandemia por covid-19”, enfatizaron.

¿HABRÁ PENSIÓN?

En Costa Rica, el sistema de pensiones se basa en un sistema de reparto, las cotizaciones de los trabajadores activos están destinadas a financiar las pensiones existentes en ese momento.

Sin embargo, como el país ya no cumple con la tasa de reemplazo (tiene menos de dos hijos por mujer), se prevé que para 2029 la cotización al régimen de pensiones en el país alcanzaría un 12,6%.

Dado esto se manejan varias opciones, como por ejemplo el aumento de las cuotas para pensionarse o extender la edad de jubilación que hoy en día está fijada en los 65 años, o bien variar dicho sistema ya que, hoy por hoy, la tendencia y proyecciones de natalidad traducen que la fuerza laboral del país no generaría las cuotas necesarias para mantener el régimen de pensiones.