Según proyecciones de Seguridad Pública
Este año cerraría con un total de 875 homicidios, de acuerdo con las proyecciones de Mario Zamora, ministro de Seguridad Pública.
Esto representa 37 menos que los registrados en 2023 y cerca de 235 menos que los que proyectaba (1.200) el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) al empezar 2024.
La última actualización de las autoridades judiciales detalla que se contabilizan 828 a mitad de este mes, pero con variaciones en algunos datos estadísticos.
“Hemos superado la cifra de los 800 homicidios. Llevamos 30 menos, estaríamos llegando a 875 aproximadamente”, dijo Zamora en conferencia de prensa.
El funcionario aseguró que el principal reto para bajar esta cifra aún más está relacionado con que los sicarios estén en las cárceles y no en las calles.
Aunque en la provincia de Limón el número de asesinatos bajó en 40 casos, lo cual se basa en los operativos que hicieron las autoridades policiales en la zona, en otras provincias aumentaron de manera significativa.
Un caso de estos es San José, que el año anterior reportó 209, mientras que a la fecha alcanza 234, es decir, un aumento de 223.
“En el caso de San José, especialmente barrios del sur, el aumento de homicidios está asociado con muchos casos de liberación de personas porque al recuperar sus mercados aumentan los enfrentamientos entre criminales”, explicó.
Algo similar sucede en Puntarenas, donde también se llevaron a cabo intervenciones policiales para atacar la criminalidad, que pasó de 142 a 147 muertes violentas en un año; mientras que Cartago registra dos más a la fecha.
En los casos por analizar está también el aumento de asesinatos de menores de edad entre los 12 y 17 años, ya que en 2023 se contabilizaron 33 y hasta la fecha 39.
“En el caso de Puntarenas destaca la incorporación de personas muy jóvenes, adolescentes que incursionan en el sicariato. Hay sicarios jóvenes con edades casi de niños en actividades homicidas”, agregó Zamora.
El criminólogo Jorge Ulloa explicó que cuando las autoridades policiales enfocan el recurso humano en ciertos sectores, las organizaciones criminales deciden emigrar a otros lugares, como lo que pasa en San José. En el caso de los menores asesinados asegura que las organizaciones se han dado cuenta que la Ley Penal Juvenil es muy frágil.
“Al ser jóvenes son más visibles y atrevidos, por eso se ve la línea de más menores ejecutados”, explicó el experto.