En lo que va de 2024 el país ya registra más de 300 homicidios que se relacionan principalmente con ajustes de cuentas y guerras entre bandas que se dedican al tráfico de drogas.
Según los datos del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), durante este año se contabilizan 308 homicidios de los cuales 171 han sido por ajustes o venganzas y hay 82 casos que todavía están bajo pesquisas, así que la lista podría aumentar.
Por lo tanto, se mantiene la tendencia del año anterior, ya que a la misma fecha de 2023 se habían suscitado 310 asesinatos y los expertos en el tema señalan que en cualquier momento la cifra podría incrementar exponencialmente.
De igual manera, manifiestan que la situación de violencia en Costa Rica es alarmante pues se proyecta que para 2024 se supere el número del año anterior, que cerró con un total de 907 asesinatos.
Una de las principales características de los homicidios del año en curso es la violencia con la que se han generado y que principalmente son personas menores de 35 años las que se ven involucradas en los hechos.
Incluso han fallecido víctimas inocentes, como en el caso donde una menor de cuatro años fue asesinada junto a su madre, en Limón, porque en apariencia la mujer criticó en redes sociales a una banda narco de la localidad.
Sin embargo, unos días después mataron a uno de los sospechosos de cometer el atroz crimen, lo que demuestra que las bandas organizadas están atentas a cada paso que dan sus rivales con el fin de cobrar venganza.
¿QUÉ DICEN LOS EXPERTOS?
DIARIO EXTRA consultó a tres expertos que en su momento formaron parte de las fuerzas encargadas de combatir la criminalidad y la violencia en Costa Rica, los cuales coincidieron en que el aumento de la violencia resulta alarmante, al igual que la inacción por parte del Poder Ejecutivo para disminuir los casos.
Rafael Ángel Guillén, exdirector del OIJ, aseguró que “es preocupante porque los homicidios van en aumento y no se ha visto la contención de este tipo de actos, sí se ha visto represión. El OIJ hace lo posible para investigar, probar y encarcelar, pero no vemos una contención eficiente y eficaz. No es culpa de la Fuerza Pública, es culpa de la escasez de recursos, del número reducido de funcionarios y la falta de voluntad política, porque aquí el problema se resolvería conteniendo el crimen”, externó.
Asimismo, alegó que nadie quiere ser investigado por las autoridades. “Aunque la represión se debe hacer, sería mejor la contención porque nadie está pensando en que alguien lo mate para que la Policía Judicial capture, pruebe y juzgue a ese criminal, lo que espera el costarricense es que no lo asalten, no lo maten, no le roben y no lo violen, eso es lo que espera el costarricense”, añadió.
Guillén indicó que “el artículo 140 inciso 6 de la Constitución Política establece que la contención, es decir la seguridad del país, es competencia exclusiva del presidente y del ministro de Seguridad, porque de seguir como estamos esto va ir en aumento”, finalizó el experto.
Por su parte, el exministro de Seguridad Gustavo Mata ratificó que uno de los factores más alarmantes es que los homicidios son sumamente violentos.
“Si comparamos este año con lo que llevamos al mes del año pasado, ya vamos superando en varios casos los homicidios, que son homicidios sumamente violentos. De las características importantes de estos homicidios es que muere gente entre los 17 y 35 años, existe un porcentaje de jóvenes importante entre 17 y 18 años que está muriendo con frecuencia producto de estas balaceras. Esto se va a mantener lógicamente por cuanto el Ministerio de Seguridad Pública y el Poder Ejecutivo no han hecho nada por la seguridad de este país.
Da pena oírlos hablando y jactándose en la Asamblea Legislativa de que ellos en cuestiones de seguridad han hecho actuaciones extraordinarias, esto es completamente falso, no porque lo digo yo, sino porque Costa Rica se encuentra entre uno de los países más violentos del mundo, el número 10 de Latinoamérica”, subrayó.
HAY QUE CONTENER DELINCUENCIA
Por otro lado, Gerardo Castaing, quien fue jefe del OIJ, dijo que las autoridades no se están concentrando lo suficiente en detener los delitos.
“La reacción de las autoridades que tienen el primer nivel de contención del delito, que es la Fuerza Pública, han mostrado su preocupación, pero no lo suficiente para contener esa ola de asesinatos, lo que trae como consecuencia un estado psicológico y mental de los delincuentes en que se sienten tan seguros de cometer delitos porque no van a ser identificados ni aprehendidos, entonces esto se vuelve didáctico y otros delincuentes cometen los mismos delitos sabiendo que no van a tener ninguna responsabilidad penal”, aseguró.
Los tres expertos consideran que se debe hacer algo ya para controlar la criminalidad.