También conduciendo, aseguran testigos
Dos testigos confirmaron que un hombre de apellido Casasola, padre de Keibril, la bebé desaparecida, estaba a la orilla de una calle de lastre, bajando Cervantes, el domingo 9 de abril de 2023, día desde el que se desconoce su paradero.
Se trata de personas que se presentaron para testificar en el juicio en los Tribunales de Justicia de Cartago, quienes revelaron que entre las 11:30 a.m. y las 12:30 p.m. de ese domingo estaba en esa ruta.
El primero fue un hombre apellidado Chinchilla, conductor de una plataforma digital de transporte, quien finalizaba un “viaje” cerca de Cervantes y asegura que vio al sospechoso en carretera.
Relató que al terminar ese viaje, cuando se devolvía para regresar a la ruta principal, en una calle de lastre alcanzó un vehículo tipo “pick up”, tras “pitarle” y no obtener respuesta del conductor decidió rebasarlo.
Cuando lo estaba rebasando, se colocó a la par del carro y vio a un hombre con la cabeza observando debajo del volante, luego volvió el rostro hacia él.
En ese momento vio la cara del sujeto y asegura que es Casasola, ya que nunca olvidará ese rostro.
“La cara del señor Casasola no se me va a olvidar, cuando yo le toco el pito, paso de costado y él vuelve el rostro hacia mí”, relató.
Cuatro o cinco días después Chinchilla se percata que su carro estaba en unas imágenes de noticas relacionadas con la búsqueda de la bebé desaparecida, por lo que inmediatamente decidió comunicarse con las autoridades.
El testigo decidió llamar inmediatamente a la línea confidencial del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y después se presentó a la delegación de la Fuerza Pública en Juan Viñas.
A través de los videos que le mostró el OIJ al conductor, se percató que en dos ocasiones, subiendo y bajando hacia Cervantes, estuvo cerca del vehículo del principal sospechoso de sustraer a la pequeña de 9 meses.
Desde el inicio de la búsqueda de la menor, el pick up ha sido un objetivo determinante para las autoridades en la investigación de este caso.
MOJADO Y SUCIO
Un segundo testigo, de apellido Orozco, quien ese domingo trabajaba de taxista informal, dijo que encontró al sospechoso sentado en una piedra y que se tiró a media calle para pedirle que lo llevara a la casa del papá.
Aseguró que conocía a Casasola, ya que frecuentaba la zona para ir a Turrialba. Indicó además que el sospechoso le dijo que no tenía dinero para irse en bus y que lo llevara, pero que le pagaría el día siguiente.
“No llevaba billetera ni celular, nada llevaba, porque él me dijo: ‘No le puedo pagar, le voy a pagar mañana. Quiero que me haga el favor de llevarme donde mi papá para que me ayude a sacar el carro donde está pegado’”, narró.
Por este motivo accedió a llevarlo. Cuando el padre de Keibril se subió al carro, se quitó el pantalón y se quedó en bóxer.
“Él andaba como un pantalón impermeable, venía mojado y me dijo que como andaba mojado no se podía ir en bus. Tenía un poco sucio el pantalón, como decir cuando uno se hinca; embarrialado no, solo mojado”, añadió.
De camino a la casa del papá, el sospechoso le dijo al taxista informal que venía de un “lancecillo”, sin embargo, el testigo no vio el carro del padre de Keibril en ningún momento.
Además al comentarle a Casasola que escuchó en una pulpería que se habían robado a una bebé, este le respondió: “Seguro fue un paisilla el que se la llevó”.
Al llegar a la casa del padre del sospechoso se percató que había oficiales de la Fuerza Pública cerca y que incluso uno de ellos le pidió la cédula después de dejar al sospechoso.
El taxista informal afirmó que el papá de Keibril le pidió que no pasaran por el centro de la localidad, sino que lo dejara detrás de la plaza de fútbol, para que nadie se percatara cuando se bajara del automóvil, ya que andaba sin pantalón, solo en bóxer.
POLICÍA CONFIRMA
Un oficial motorizado de la Fuerza Pública, de apellido Víquez, quien se presentó en calidad de testigo, confirmó que Casasola llegó en un taxi informal hasta la casa del padre, de acuerdo con las versiones de otros policías que custodiaban la vivienda en ese momento.
Recibieron una orden de la jefatura en Juan Viñas para colaborar en Santiago de Cervantes realizando recorridos y posteriormente se les solicitó que se desplazaran hasta donde estaban otros policías, cerca de la vivienda del padre de Casasola.
“Cuando estábamos ahí la compañera Salas nos dijo que llegó un carro, taxi pirata. Fuimos y en eso iba llegando Casasola, salió el papá y nos dijo que se estaba bañando y lavando una ropa”, manifestó Víquez.
Después de esperar varios minutos salió el sospechoso, pero no recuerda si tenía indicios de estar recién bañado o no, y en ese momento le solicitaron la cédula de identidad.
“Fue cuando él nos dijo que el carro lo había dejado botado por el trapiche, a salir a ruta 10, por Quebrada Honda, de Naranjo a Quebrada Honda. Fuimos y había un carro gris con dorado, la tapa era negra con unos dibujos”, recordó.
El policía confirmó que el vehículo estaba metido en una zanja, a la par de la calle de lastre, cerca de un cañal, y que se mantuvo custodiándolo hasta que llegaron los agentes del OIJ.
Dos de los tres testigos que se presentaron a los Tribunales de Cartago en este segundo día de juicio dijeron que no conocían al sospechoso de la desaparición de Keibril y que antes de ese día nunca habían observado el automóvil.
Se espera que el debate continúe este viernes a partir de las 8:30 a.m. y que la Fiscalía presente entre los testigos a agentes del OIJ y personal del Patronato Nacional de la Infancia (PANI).
Hasta el momento la madre de Keibril, quien es menor de edad y está a cargo del PANI tras lo ocurrido desde abril de 2023, no ha sido llevada para dar su testimonio, que podría ser uno de los determinantes de la Fiscalía.