Un pacto de última hora entre los magistrados Zarela Villanueva y José Manuel Arroyo puso fin a la disputa por quiénes dirigen desde ayer los destinos del Poder Judicial.
En una maratónica votación Villanueva fue electa presidenta y cuatro horas después Arroyo fue elegido en la vicepresidencia, al quedar esa plaza vacante con el primer nombramiento.
Pese a que se esperaba una lucha tenaz por ese puesto, los papeles cambiaron. El grupo de 8 magistrados que votaron en blanco evitó que la semana pasada ninguno de los dos obtuviera los 12 votos necesarios.
Así trascendió que otros magistrados se animarían a postularse. Se escucharon muchos nombres y hasta de una estrategia para desgastar a Villanueva y Arroyo. Hasta el grupo de los 8 tenía un candidato listo para hoy entrar a competir por ese puesto.
CHINCHILLA POSTULÓ A PEREIRA
Sin embargo ayer por la mañana en cuestión de minutos todo cambió. Cuando arrancó la sesión el magistrado Carlos Chinchilla levantó la mano, dijo que hablaba en nombre de varios de sus compañeros y propuso como candidata a Magda Pereira.
Pese a que se pensaba que habría más candidatos, nadie expresó su deseo de participar en la votación y contra todos los pronósticos Villanueva obtuvo los 12 votos necesarios para ser electa, Pereira sumó 8, Arroyo 1 y 1 en blanco.
Nadie esperaba ese resultado, los asistentes volvieron a verse sin comprender qué pasó y solo minutos después en una conferencia de prensa se conoció que habían llegado a un acuerdo para que ayer mismo fuera electa y juramentada.
De inmediato dio su primer discurso.
“Estoy realmente conmovida y agradecida por el honor que me han dado al confiarme la presidencia de esta Corte, ocupada por los más altos juristas de la historia de esta nación”, declaró Villanueva.
VICEPRESIDENCIA QUEDÓ VACANTE
Después los magistrados se enfrascaron en la discusión de si de una vez elegían a la persona que ocuparía por cuatro años la vicepresidencia de la Corte, pues al ser electa Villanueva en la presidencia ese cargo quedaría vacante. Al final acordaron suspender y hacerlo por la tarde.
Minutos después ofrecieron una conferencia de prensa, donde Arroyo y Zarela explicaron que llegaron a un acuerdo para no postergar más el nombramiento de la presidencia y anteponer sus ambiciones personales. Habían conversado y pactaron.
El acuerdo consistía en que en la primera votación el grupo de Arroyo votaría por Villanueva y si no obtenía los 12 votos irían a una segunda ronda, pero sería al revés, el grupo de la magistrada votaría por Arroyo.
Arroyo explicó que él habló con todo su grupo para que en la primera ronda votaran por Villanueva, pero que uno de ellos no le hizo caso porque siempre obtuvo voto. “Ese voto no fue mío”, dijo jocosamente el magistrado.
Antes del mediodía ninguno de los dos aceptó que el acuerdo incluyera que Arroyo ocupara la vicepresidencia. “De eso tenemos que hablar en esta hora de almuerzo, pero no hemos negociado nada”, indicó tajantemente.
Por la tarde la situación fue muy similar. El primero en hablar fue Arroyo, dijo que aceptaba la postulación al puesto de vicepresidente y sin mucho preámbulo arrancó la votación.
En cuestión de segundos fue elegido vicepresidente con 15 votos, 5 en blanco, 1 nulo y 1 para Rolando Vega, quien no era candidato.
De inmediato fue juramentado en medio de abrazos y felicitaciones.
La Asociación Costarricense de la Judicatura celebra la culminación del proceso donde resultaron electos los magistrados Zarela Monge y José Manuel Arroyo.
Laura Chinchilla, presidenta de la República, dijo: “Hago votos por seguir trabajando conjuntamente en el fortalecimiento de la institucionalidad y mejoramiento de la calidad de la democracia costarricense”.
Acto seguido felicitó vía telefónica a Villanueva por su nombramiento.