Lo bueno cuesta, dijo el presidente Carlos Alvarado, tras la firma del contrato de empréstito por $425 millones con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) para la construcción del Proyecto de Abastecimiento de Agua para la Cuenca Media del río Tempisque y Comunidades Costeras (Paacume).
El costo total asciende a $457.778.600, de los cuales $425 millones provendrán del BCIE, mientras que los restantes $32.778.600 serán aportados por contrapartida estatal.
Ahora corresponderá a los(-as) actuales diputados(-as) aprobarlo y a las nuevas autoridades echar a andar esta megaobra, que garantizará agua para consumo humano, riego agropecuario y proyectos turísticos, por el próximo medio siglo.
Paacume es el principal proyecto de adaptación climática de Costa Rica, y durante 40 años naufragó por aguas jurídicas, administrativas y legislativas, sorteadas gracias a la voluntad de las dos últimas Administraciones de Luis Guillermo Solís y Carlos Alvarado, en Zapote. Principalmente esta última, al canalizar y unir esas voluntades para que Santa Cruz, Carrillo, Nicoya y sus comunidades costeras, cuenten con el vital líquido.
Paacume dejaría de ser un sueño, pues como decimos la plata está y queda en manos de la próxima Administración de Rodrigo Chaves ordenar el banderazo de salida una vez cumplidas las diligencias respectivas.
La obra reactivará la economía regional Chorotega, en 1.213 hectáreas en proyectos turísticos y 18.639 hectáreas con riego agropecuario para beneficio de 746 productores cuyas fincas se adaptarán al cambio climático.
Esta inversión generará empleo en un cantón como Bagaces, donde se levantará la gran represa de almacenamiento de aguas provenientes del embalse Arenal, y también en las comunas citadas.
Grandes beneficios se esperan principalmente para pequeños y medianos emprendimientos en agro y turismo.
Esa es la prioridad del Paacume y no un “trampolín” para que las grandes empresas privadas lleguen a aprovecharse del esfuerzo público dirigido a los más necesitados. Que la tortilla no se nos vuelque, como aparentemente sucedió en el Distrito Arenal-Tempisque.
Hoy Guanacaste está cerca de hacer realidad un sueño, Bagaces a convertirse en el motor de la nueva era de adaptación al cambio climático, y que sus autoridades locales presentes y futuras visualicen el diamante a pulir en los años venideros para llevar empleo y esperanza en la población.
Al presidente Alvarado, como bagaceño y guanacasteco, le digo gracias, por Paacume, por la finalización de la primera etapa del nuevo acueducto, por la conclusión de la nueva escuela y la entrega de los proyectos de vivienda en Guayabo y Fortuna a los afectados del huracán “Otto”. En este marco resulta penoso a hoy no entregar las llaves del proyecto
“Vistas del Miravalles”, donde 150 familias cumplirán 10 años de espera por viviendas que siguen ahí deteriorándose por culpa de la burocracia.