En algunas relaciones se desarrolla un punto que acaba con la persona que lo sufre, que la destruye por completo física y emocionalmente, y que debe ser evitado a toda costa: el abuso emocional.
Este se liga de manera íntima al permitir que las relaciones matrimoniales o de convivencia se vuelvan meras relaciones de poder.
Lo más común es que se desarrolle en forma paulatina a lo largo de los años o, todavía más frecuentemente, incluso desde antes de que la pareja naciera.
El abuso emocional son modos y estrategias para controlar.
GASLIGHTING
¿Alguna vez has peleado con tu pareja y te ha convencido de que tú tienes la culpa? O peor, ¿has discutido y terminado pensando que estás mal de la cabeza y las cosas nunca fueron como pensaste? Pues estas son acciones típicas del gaslighting, un nuevo tipo de abuso entre parejas donde una de las partes intenta convencer a la otra de que lo que vio o escuchó no es real, distorsionando la realidad a su favor.
El término gaslighting se tomó de una obra de teatro. En ella un marido emocionalmente abusivo se propone convencer a su esposa de que ella es una loca mediante la manipulación de los elementos de su entorno y luego haciéndola pensar que ella estaba recordando cosas incorrectamente. O sea, imaginando lo que no era.
De hecho, es una manipulación tan sutil que ni siquiera te das cuenta de que eres víctima de ella. Sin embargo es un tipo de maltrato que tiene como consecuencia la dependencia y entrega de control total de nuestra vida a nuestra pareja.
Aunque en un inicio las víctimas son conscientes de lo sucedido, no están seguras de que se trate de una manipulación y es ahí cuando empiezan las dudas.
Pero eso no es todo, el manipulador puede llegar tan lejos como quiera para convencer a la víctima y a su círculo cercano de que algo está pasando al punto de considerar un desequilibrio mental.
LAS SEÑALES
Una persona que tiene baja autoestima es más propensa a sufrir este tipo de abuso porque a las que son seguras de sí mismas no le van a contar un cuento así, a no ser que tengan una relación tan tóxica que sus parejas las hayan ido fragilizando, al punto que las hagan dudar.
El gaslighting se da también en relaciones de dependencia, donde una de las partes es insegura y tiene tanto temor a la pérdida, lo cual hace que el otro se aproveche de eso.
Por eso hay que cuidarse de las personas manipuladoras, controladoras, porque todo lo que puedes contarle terminaría usándolo en tu contra para hacerte dudar.
De acuerdo con los expertos, existen tres elementos que permiten ejercer el poder:
-La fuerza o violencia, que en realidad producen solo efímeros momentos de poder, a no ser que sean parte del punto dos.
-El discurso del orden; es decir, un sistema de normas, reglas o sanciones, las cuales a su vez se basan en el imaginario social, que es el punto tres.
-El imaginario social; es decir, soportes religiosos, ideológicos, emblemas, rituales: todas las ideas de la sociedad que justifican el abuso del poder.
Si bien es cierto puede darse el abuso de poder tanto en un género como en el otro, en una sociedad patriarcal (o machista, como deseen verlo) la mujer padece mucha más violencia que el hombre y para que se dé el abuso de poder no basta con la fuerza: quien es sujeto de poder tiene que estar sometido a una serie de discursos y creencias.