A pesar de que tiene menos de cuatro años de haber sido inaugurado y de que le costó al país ¢83.000 millones, el nuevo edificio de la Asamblea Legislativa fue escenario este lunes de su quinta inundación.
En esta oportunidad, el hecho se produjo debido a la ruptura de una de las cañerías que se dio cerca de las 10:00 a.m. y causó que se anegara prácticamente todo el piso -4 de la edificación, donde se ubican el Plenario Legislativo, el lobby y la Secretaría del Directorio.
De acuerdo con Karla Granados, directora ejecutiva de la Asamblea, de inmediato se activaron los protocolos necesarios, con el fin de no retrasar la sesión del plenario, que inicia a las 3:00 p.m.
Según indica, contactaron a la empresa administradora del edificio, Mabinsa, la que envió parte de su personal para solucionar el desperfecto.
“Ellos se trasladaron con su gente a ver que lo que había pasado (…), detectan que en un cuarto de control, que está al frente de la Secretaría del Directorio, donde se lleva el control de la presión del agua de las diferentes tuberías, una válvula se desprendió y esto fue lo que ocasionó una importante fuga de agua”, explicó Granados.
El problema estaba prácticamente resuelto para las 12:30 md. según dijo la funcionaria. “Para mañana, ya vamos a tener un informe más detallado sobre la afectación a otros espacios, como por ejemplo los ascensores y demás elementos”, se extendió.
El nivel -4 es el más profundo del Congreso, por lo que la inundación no afectó más niveles de la estructura.
PERCANCES PREVIOS
Como se dijo al inicio de esta nota, no es la primera vez que se inunda el edificio que acoge al Primer Poder de la República. La primera ocasión fue el 25 de abril de 2022, cuando una tubería del décimo piso generó una fuga de agua que afectó varios niveles del inmueble.
Algo similar ocurrió en octubre de ese mismo año, lo que se repitió un mes después, solo que debido a los aguaceros.
Por último, para marzo de este año, ante las fuertes lluvias, el agua bloqueó la entrada principal de la edificación.