(San José – AFP) El Congreso de Nicaragua aprobó este viernes una reforma constitucional que otorga al presidente Daniel Ortega y a su esposa Rosario Murillo, como “copresidenta”, un control absoluto de los poderes del Estado.
La Asamblea Nacional (legislativa), controlada por el gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN, izquierda), aprobó “por unanimidad” la iniciativa presentada este martes por el mandatario, según anunció el jefe parlamentario, Gustavo Porras, ante el plenario.
Por qué es importante:
- La polémica reforma amplía el mandato presidencial de 5 a 6 años.
- También confirma el poder que ya tiene Murillo al igualarlo al de Ortega, pues eleva su rango de vicepresidenta a copresidenta.
- El texto concede un poder total al Ejecutivo, pues establece que los copresidentes coordinarán “a los órganos legislativo, judicial, electoral, de control y fiscalización, regionales y municipales”, que antes la Constitución reconocía como independientes.
Ortega, exguerrillero de 79 años que gobernó Nicaragua en la década de 1980 tras el triunfo de la revolución sandinista, volvió al poder en 2007.
Desde entonces, señalan sus críticos, ha instaurado una “dictadura” y el “nepotismo” junto a su esposa.
“La reforma formaliza la decisión de garantizar la sucesión presidencial de Murillo y su hijo Laureano Ortega”, dijo a la AFP Manuel Orozco, analista nicaragüense de Diálogo Interamericano, al señalar que los copresidentes podrán nombrar a alguno de sus hijos como vicepresidente, antes un cargo de elección popular.
Ambos radicalizaron sus posturas y aumentaron el control sobre la sociedad nicaragüense tras las protestas de 2018, cuya represión dejó 320 muertos, según la ONU, considerada por el gobierno un intento de golpe de Estado patrocinado por Washington.