El Tribunal Contencioso Administrativo y Civil de Hacienda ordenó a la Municipalidad de Garabito reconstruir el alcantarillado pluvial del distrito de Tárcoles. El órgano judicial señaló que con esta orden se pretende evitar la mezcla de lluvia con aguas negras, para que no se produzca ninguna contaminación.
Dicho tribunal subraya que el objetivo también comprende la eliminación de los malos olores y evitar el criadero de insectos perjudiciales para la salud humana.
De acuerdo con la sentencia, el gobierno local deberá acatar la normativa técnica establecida por el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA), el Ministerio de Salud y otras instituciones.
Walter Brenes, abogado y activista ambiental, citó que desde hace 7 años se acogió la demanda interpuesta por un grupo de vecinos en contra del municipio.
“Este es un fallo fundamental para un pueblo que históricamente ha sido abandonado, que ha sido dejado de lado. Ni el Gobierno Central ni el local han logrado ponerle atención a las necesidades que ellos tienen. Este pueblo ha sido abatido por la contaminación del río más contaminado de Centroamérica, el Río Grande de Tárcoles”, aseveró Brenes.
El abogado mencionó que desde abril existió un sistema de alcantarillado pluvial con dos pozos de inspección, pero hay un olor fétido debido a que el alcantarillado descargan aguas residuales de viviendas y comercios.
MUNI RESPONDE
Alejandra Hernández, coordinadora de infraestructura de la Municipalidad de Garabito, sostuvo que ya el gobierno local fue notificado de la sentencia.
Hernández acordó que se coordinará con lo necesario para hacerle frente a este tema.
“La Municipalidad de Garabito recibió la semana pasada una sentencia del Contencioso Administrativo donde le ordena la reconstrucción del alcantarillado pluvial de la zona de Tárcoles.
Por lo que esta municipalidad es respetuosa de las leyes y ya está gestionando acciones a lo interno como también con el Ministerio de Salud en búsqueda de una solución para la problemática de la comunidad”, declaró Hernández.