El pilates es un sistema de ejercitación que se utiliza para mejorar la flexibilidad y fuerza de todos los músculos y las articulaciones. Pero, más allá de convertirse en un entrenamiento para bajar de peso, ayuda tanto a hombres como mujeres a controlar la mente y concentración, y con ello la respiración y coordinación del tronco, brazos y piernas como un todo o de forma individual.
La técnica fue desarrollada por el atleta alemán Joseph Pilates (1880-1967), quien la definió así: “La ciencia y arte del desarrollo coordinado de la mente, el cuerpo y el espíritu a través de movimientos naturales bajo el estricto control de la voluntad”.
De acuerdo con instructores a nivel internacional se recomienda para quienes buscan liberar el estrés y aquellos que pasan por procesos de rehabilitación de lesiones. Si su caso es el segundo es importante que busque la ayuda de un experto para que lo asesore en la rutina que posteriormente practicará en la comodidad de su hogar o bien en grupo.
Otra de sus finalidades es limpiar el torrente sanguíneo a través de la oxigenación y aumentar la capacidad respiratoria.
Para practicarlo únicamente necesita una colchoneta o protección para reducir el contacto con el suelo, ropa cómoda y si lo desea el uso de una bola.
ENTRE EN ACCIÓN
Respiración: siéntese con las piernas cruzadas o la conocida posición de “chinito” y coloque las palmas de las manos en las rodillas. Inhale ensanchando el tórax y exhale por la boca. Se exhala con la punta de la lengua tocando los dientes de abajo, sacando el aire a presión con un sonido \”sh\” como de una olla a presión. No mueva los labios, el aire sale por una pequeña apertura. Se ensanchan las costillas al tomar el aire y se estrechan al expulsarlo. Repítalo varias veces hasta que sienta que su pulso sea normal.
Puentes preparatorios: acuéstese sobre la colchoneta, coloque los brazos a los lados pero sin que toquen el tórax y proceda a levantar las rodillas. Levante la pelvis pocos centímetros y mantenga la posición por algunos segundos. Suba de nuevo pero un poco más alto y sostenga, baje despacio. Repita lentamente vértebra por vértebra hasta lograr la línea de las rodillas. Trabajará la parte de las piernas y glúteos.
Postura de niño: también conocida como “hell stretch”. Para ella hínquese, mueve el tórax hacia adelante y apóyese en las palmas de las manos sobre el suelo. Posteriormente hágase hacia atrás como si fuera a sentarse pero deje los brazos extendidos. Su columna se pondrá encorvada. Mantenga una respiración suave y profunda. Sienta su cuerpo y repita la serie. Mejorará la postura de la espalda.
Enróllese y desenróllese: proceda a acostarse, ponga los brazos hacia atrás y las puntas de los pies hacia adaelante. Mueva los brazos de modo que pueda verlos y que no pasen de la altura de los hombros. Levante la espalda como si hiciera un abdominal y siéntese lentamente. Acuéstese y repita. Trabajará los músculos abdominales.
ESTRÉS Y CLASES
Partiendo del punto de que su mente y su cuerpo se unifican sin duda reducirá el nivel de hormonas del estrés (como el cortisol), la calidad de los movimientos le ayudará a alcanzar la conciencia interior y calmarla junto con un sentido del dominio. Existen más de 600 movimientos para trabajar áreas específicas, por lo tanto no lo piense dos veces para asistir a sesiones como las que imparte la Universidad Nacional.