Tristeza, decepción, desesperación, estos son los sentimientos que experimentamos a diario las personas que obligatoriamente debemos transitar por las obras viales de la Uruca, y nos toca por meses ver todas las obras paralizadas, sin que aparentemente les importe a las autoridades de gobierno.
A diario, nos toca ver dos o tres trabajadores literalmente “lampareando”, viéndonos a todos los ciudadanos desesperados dentro de nuestros vehículos.
¿Cuánto cuesta para el desarrollo nacional prolongar estas obras de manera indefinida?, ¿cuánto debe pagar el comercio?, ¿cuánto de más pagamos en nuestra gasolina?
Nosotros, el pueblo, desconocemos a ciencia cierta si el problema es del consorcio Estrella H Solís o del MOPT, pero lo cierto del caso es que los ciudadanos no necesitamos excusas, requerimos soluciones, y ya.
¡Resuelvan, para eso asumieron esos puestos de autoridad! La paralización de estas obras demuestra niveles de incompetencia gerencial y de subdesarrollo que sobrepasan lo imaginable, y requieren de una atención inmediata por parte de las autoridades.
Nuestro pueblo, manso, transita diariamente por esas presas interminables sin alzar la voz, para la alegría del gobierno, pero ¡hasta cuando! Ya estamos cansados de esto, y demandamos la atención debida del MOPT. Que nos dejen por favor transitar para poder trabajar.
Si el gobierno invirtiese todo el tiempo y esfuerzo que gasta peleando con la prensa para agilizar las obras viales, yo creo que sin duda ya estaríamos volando en la Uruca. Lo mismo debo decir del trayecto de Cañas a Limonal, o la carretera a Limón, entre tantas obras paralizadas.
Autoridades del MOPT, basta ya de excusas, resuelvan estos entuertos ya, y déjenos trabajar en paz.
*Antropólogo Social-Politólogo