Bagdad, (EFE).- Al menos 62 personas murieron, entre ellas soldados y policías, y más de 230 resultaron heridas en una ola de atentados con coche bomba perpetrados en distintas provincias de Irak, el más mortífero una cuádruple explosión en Mosul.
Una fuente policial iraquí informó a Efe que el estallido de cuatro vehículos con explosivos, dos de ellos conducidos por suicidas, cerca de la ciudad de Mosul, a 400 kilómetros al norte de Bagdad, calcinó a 25 personas y 80 quedaron lastimadas, la mayoría efectivos de seguridad.
Tras las explosiones, se registraron enfrentamientos entre las fuerzas del orden y hombres armados, en los que perdieron la vida tres combatientes.
Otras 13 personas partieron al más allá en la localidad de Yadida al Shat, en la región oriental de Diyala, y 39 sufrieron heridas al alzar llamas tres automotores en los alrededores de un mercado de fruta y verdura.
Además, siete pobladores perecieron y 16 resultaron afectados por el estallido de un carro cargado con explosivos en un mercado de pescado en Al Tayi, a 30 kilómetros al norte de Bagdad.
Y los demás murieron en un puesto de control en Samarra, a 120 kilómetros al norte de Bagdad y al noreste de Kirkuk.
El pasado mes de mayo fue el más sangriento en Irak desde hace más de cinco años, con la muerte de 1.045 personas en actos de violencia, según la misión de la ONU en este país (UNAMI), en un repunte de la violencia sectaria y contra las fuerzas de seguridad.