Conocidos en los últimos años como la nueva era del narcotráfico en México por su estilo imponente, de esa manera fueron catalogados por autoridades federales los miembros de la banda Los Caballeros Templarios, que operaba en el estado de Michoacán.
La relación que quedó descubierta en horas anteriores en nuestro país con la vinculación de varios costarricenses en un crimen puso a trabajar tanto a las autoridades nacionales como mexicanas, ya que según jurisdicciones aztecas, este grupo tenía unos cuantos meses desaparecido de suelo norteamericano.
Los Caballeros Templarios, que iniciaron “vueltas” en 2011 tras la desarticulación del cartel La Familia Michoacana y con la iniciativa de dos sujetos de apellidos Loya y Gómez, operaban no solo en Michoacán sino que también en toda la zona empresarial norte y occidental de México, atemorizando a negociantes para que no pudieran invadir su espacio de movimientos ilegales.
En su función durante los últimos meses en suelo mexicano, los miembros de esa banda acabaron con la vida de más de 15 empresarios, sin embargo la muerte de alias “El Chayo” trajo consigo la dispersión del grupo a nuevos rumbos, entre ellos con integrantes ticos.
CAE GATILLERO DEL CRIMEN
Cerca de nueve meses bajo distintos procesos de investigación llevaron a las autoridades judiciales a la detención de varios hombres, quienes figuran como sospechosos del asesinato de una modelo costarricense y un hombre de nacionalidad guatemalteca.
Minutos antes de las 6 a.m. agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) se encargaron de allanar varias viviendas en diferentes puntos de Alajuela, las cuales eran propiedad de los presuntos involucrados en el crimen.
Una de las principales capturas fue la del costarricense Antonio Hernández, de aproximadamente 40 años, quien figura ante los criterios fiscales como el encargado de acabar con la vida del extranjero y la joven.
Según supo DIARIO EXTRA, el sospechoso, vecino de Alajuela, convivía en matrimonio con una mujer de apellidos García Gómez, madre de su hijo menor de 12 años, sin embargo ninguno de los dos tenía mayor conocimiento de sus antecedentes.
Según datos judiciales, Hernández se habría involucrado con un mal negocio realizado por dos mexicanos miembros de un poderoso grupo narco, en dicho movimiento los resultados no fueron los esperados y por ello procedieron a tomar la vida del chapín.
LO ESPERABAN
Tal como El Periódico de más Venta en Costa Rica lo dio a conocer en su momento, la pareja transitaba por la ruta 27, cerca de Turrúcares, cuando varios individuos en un vehículo los abordaron para dispararles en reiteradas ocasiones.
Las víctimas, identificadas como el exmilitar Sigrifredo Fernández Sierra, de 52 años, y la modelo Pamela Céspedes Segura, de 29, fueron declarados muertos luego de quedar postrados en la vía, pocos minutos después de que el guatemalteco arribara al país.
Con la captura del costarricense, sumada a la de dos mexicanos y otro tico, los agentes judiciales esperan dar con los principales autores del crimen, sin dejar de lado los narcóticos manejaban todos los detenidos.
CONTINGENTE POLICIAL
Más de 70 agentes del OIJ detuvieron a los nuevos integrantes del cartel Los Caballeros Templarios, que estaban empezando operaciones en nuestro país y pertenecían a La Familia Michoacana.
La acción policial se llevó a cabo ayer durante 8 allanamientos simultáneos en Poás, Villa Bonita, Invu Las Cañas, El Infiernillo y El Coco de Alajuela; así como en Ciudad Cariari, Heredia; la Uruca y Moravia, San José. Además de Cartago y Guácimo, en Limón, donde se capturó a 3 mexicanos y 4 costarricenses.
Los detenidos fueron identificados por las autoridades judiciales como de apellidos Alvarado Carillo, hermanos mexicanos que eran buscados por la DEA, y los costarricenses apellidados Valverde, Chávez, Hernández y su esposa García.
A ellos las autoridades los vinculan con la muerte el 8 de noviembre de 2012 de Fernández y Céspedes.
Al parecer a la pareja la interceptaron dos sicarios y en una sola ráfaga la acribillaron cuando viajaba en un Nissan Sentra por la ruta 27, 2 kilómetros después del peaje en San Rafael de Alajuela.
Se presume que el chapín habría realizado un tumbonazo de droga a los mexicanos, quienes no lo perdonaron y contrataron unos pistoleros para que saldaran la deuda a las pocas horas de haber llegado al país.
Gustavo Mata, subdirector del OIJ, dijo que los sujetos tenían sus vigilancias y luego se marchaban a rendir cuentas.
“Se decomisaron 80 kilos de cocaína en una vivienda donde fue capturado un mexicano, varias armas de fuego, vehículos, televisores y documentación que podría ayudar en la investigación de un caso complejo.
La droga que sube por Guatemala, México y Estados Unidos era vigilada por ellos y luego se iban, en eso se la pasaban hasta que se concretara el negocio”, explicó.
CIUDAD CARIARI
Los agentes del OIJ allanaron una caballeriza donde al parecer los integrantes de Los Caballeros Templarios mantenían un grupo de costosos caballos pura sangre, sin embargo tras varias horas de investigaciones se comprobó que no albergaban ningún ruco.
Más bien los dueños ingresaron en camiones a recogerlos y dejaron las caballerizas vacías, tras esperar más de cuatro horas.
EL COCO, ALAJUELA
En los otros inmuebles allanados la madrugada de ayer, los judiciales incautaron 30 kilos de cocaína en una vivienda que se presume era el centro de operaciones de la organización delictiva.
Ahí un mexicano pagaba $1.000 de alquiler mensual y era el punto donde estuvieron varios meses planeando los diferentes golpes que al parecer dio el grupo narco.
EL INVU, ALAJUELA
Para ingresar al inmueble de un costarricense de apellido Hernández y 40 años, quien se presume puso a la pareja para que la asesinaran como pago por una millonaria deuda de droga, la policía utilizó un tractor para botar el portón eléctrico de la casa de dos plantas.
Posteriormente ingresaron y sorprendieron al hombre, quien se despertó y vio la acción policial desde el balcón, donde fue detenido. Tras el allanamiento los judiciales incautaron 2 vehículos, 3 pantallas, celulares, computadoras y documentos varios.
LA URUCA
En una casa de alquiler ubicada en el residencial El Solar la policía sorprendió a una mujer con dos menores, no se le pudo comprobar sus nexos con la banda, por lo que solo se revisó el inmueble, ya que se sospecha fue ahí donde escondieron algunas armas de fuego.
Además se revisaron tres vehículos marca Honda Odyssey, Honda CRV y un Nissan Pathfinder blanco que tenía ropa y algunos utensilios para quedarse fuera de casa por varios días.
Las autoridades se apresuraron a los allanamientos debido a que los mexicanos habían realizado diligencias que concluyeron con algunas detenciones en ese país del norte.
Además la policía de Guatemala y de El Salvador iniciaron la investigación porque no se descarta que una célula opera en cada uno de esos países centroamericanos.