Cinco oficiales de la Policía de Tránsito fueron detenidos por los agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), por figurar como sospechosos de pertenecer a una banda criminal.
Según las investigaciones, uno de los activos que tenía la organización era una ruta de buses.
Por lo que los oficiales de Tránsito realizaban partes a otras empresas de transporte con el fin de debilitarlas.
Posteriormente, un funcionario del Consejo de Transporte Público se apoderaría de las líneas.
Estos policías fueron detenidos unos minutos antes de salir a trabajar.