Tampoco creen que se borrara huellas dactilares
Alejandro Arias Monge, alias Diablo, es una de las personas más buscadas por liderar una red de narcotráfico. Las autoridades costarricenses desde el año 2018 andan tras su pista, sin embargo, siempre logra escabullirse.
Recientemente surgió la hipótesis que el capo se operó el rostro, como si se tratara del narcotraficante mexicano Amado Carrillo, quien supuestamente se realizó cirugías en la cara para evitar ser detenido.
Sin embargo, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) descartó dicha hipótesis.
“Ese es un rumor que se generó hace algunos meses, sin embargo, basados en nuestras investigaciones y lo que sabemos, descartamos esta teoría”, indicó Randall Zúñiga, director de la entidad.
Otra de las versiones que han surgido es que el sujeto se borró las huellas dactilares, no obstante, Zúñiga explicó que era prácticamente imposible. “Ese tipo de cirugías son muy invasivas, requieren un tiempo importante de recuperación en lugares esterilizados y allá en los arrabales no existen las condiciones, suponiendo que se haga algún tratamiento estético”, precisó.
Sobre el cambio de cara, Abel Víquez, médico dermatólogo en el Hospital CIMA, argumentó que el proceso “tiene un alto grado de complejidad”.
“No es solamente un levantamiento, sino que, por ejemplo, para levantar las cejas se debe hacer una herida dentro del pelo hasta la frente, realizan corrección de tabique nasal, le quitan lo achinado a los ojos, se pueden cambiar el color de la piel, entre otras cosas. No obstante, esto no conlleva ninguna dificultad tecnológica por lo que se puede hacer aquí en el país, incluso se hace todos los días”, relató.
Con respecto a eliminar las huellas dactilares, el doctor detalló que se puede lograr mediante tres métodos.
“Se pueden borrar con quemaduras de los dedos, se puede hacer con láser, el cual es el más frecuente, con electrocauterio, que ya casi no se usa, o con químicos, pero este dura varios días y se debe practicar la técnica varias veces”, comentó.
OPERATIVOS
La madruga del jueves 10 de octubre la Policía de Control de Drogas (PCD) realizó cinco allanamientos en Río Jiménez de Guácimo, Limón, con el objetivo de detener a nueve miembros de una banda vinculada al narcomenudeo y logró la captura de seis.
De acuerdo con la versión de las autoridades, un hombre de apellido Hooker sería el líder de la organización que se dedicaba a la venta de crack y marihuana en las cercanías de centros educativos, paradas de autobuses y clínicas, pero además la agrupación delictiva estaría relacionada con la de Alejandro Arias Monge, alias Diablo.
Stephen Madden, director de la PCD, detalló cómo operaban. “Ellos trabajaban con varios puntos de venta de droga, los cuales ya estaban identificados. Aunque es una zona pequeña, es sumamente complicada debido a que está controlada por esta organización. Incluso en algún momento cuando hicimos incursiones para investigar posiblemente fuimos seguidos”, enfatizó.
Este medio le consultó si la institución tiene contabilizado el número de células del grupo de Arias, a lo que respondió: “Decirle qué cantidad sería irresponsable, sin embargo, sí tenemos mapeado todo el territorio y no solo de esta persona, sino de otras estructuras que operan a nivel nacional”.
En reiteradas ocasiones las autoridades han asegurado que el Caribe es uno de los principales sectores donde hay influencia de la agrupación de Diablo, por lo que Madden recalcó la relevancia de estos operativos. “Es importante por la zona donde se realizan las diligencias, recientemente un grupo de oficiales de la Fuerza Pública fue atacado por los mismos criminales (…)”, aseveró.
DIARIO EXTRA visitó el parque de Guácimo y conversó con los vecinos, quienes aseguran que se necesita más mano dura contra estas estructuras.
Una adulta mayor, que no quiso ser identificada por temor a represalias, pues vive cerca de donde se llevaron a cabo los allanamientos, manifestó: “Ojalá que todo el tiempo realizaran este tipo de acciones, ya que Jiménez está plagado de droga, se puede ver en varios puntos del lugar que se venden estas sustancias”. Por su parte, el lugareño Alejandro Franco considera que lo que hace falta es inversión. “La seguridad trabaja bastante bien, lo que pasa es que le hace falta recursos. Me parece excelente que desarticulen las bandas para poder vivir más tranquilos en los pueblos”, expresó.