La inflación de 2025 será de alrededor del 3,0%, de acuerdo con las proyecciones de la OCDE, lo que está dentro de las metas del Banco Central. De acuerdo con el economista Vidal Villalobos, se trata de una inflación con la que la autoridad monetaria se sentiría cómoda, por lo que no necesariamente tendría que hacer ajustes en variables macroeconómicas como las tasas de interés o el encaje mínimo legal.
La OCDE indica en sus perspectivas económicas que “la política monetaria (costarricense) terminará su ciclo de flexibilización en medio de una política fiscal prudente” y asegura que el ente emisor reducirá la tasa de política monetaria (TPM) hasta el 3,75% (en la actualidad es del 4,0%).
Se trata de una inflación relativamente baja, que no impactaría de forma negativa a las familias costarricenses, aunque esto sí haría que se reduzcan los niveles de capacidad de compra.