Heredia.- El 4 de julio de 1993 el Herediano y Cartaginés disputaban el primer partido de la final, en esa época el florense Marvin Obando fue uno de los protagonistas de la serie, ya que anotó un gol de penal tras una jugada discutida que sancionó en ese momento el árbitro Rodrigo Badilla.
Ese día su hijo del mismo nombre, quien ahora milita en el equipo rojiamarillo, estaba en el estadio celebrando el gol de su papá cuando tenía tan solo 11 años, ahora la realidad es otra y sueña con repetir la historia de su padre.
Obando Jr. vivió con gran emoción el gol que consiguió su papá en esa final, que terminó a favor de la escuadra florense con marcador de 2-0, sin embargo fue claro al decir que el penal no debió pitarse porque la falta fue fuera del área.
“Uno se acuerda porque mi papá hizo ese gol a estadio lleno y más que a él la gente lo quiere mucho aquí, tal vez ese penal no debió pitarse porque la falta se la hicieron a Kenneth Paniagua como a un metro del área, pero al final lo metió”, acotó.
El rojiamarillo recordó que ese día su mamá tuvo que salir del estadio porque sentía pavor cada vez que su esposo lanzaba un penal. “Lo vacilón es que mi mamá en esa época se salió del palco porque le tenía pavor a que mi papá tirara el penal, entonces de la angustia tuvo que salir para comerse algo afuera, pero por dicha mi papá hizo el gol”.
Obando sueña con anotar un gol en el primer partido de la final, ya que como él aseguró, cumple años el próximo sábado y para él sería bonito repetir lo que su padre hizo hace dos décadas en las redes y quedar en la historia.
“Yo siempre he soñado hacer un gol con Heredia y más que cumplo años el sábado, entonces sería bonito ser protagonista con un gol en una final como lo hizo mi papá, pero él hizo tres contra Cartago en finales”, recordó el jugador, quien aún no ha anotado ningún gol con el “Team”.
El jugador reconoció que a veces se enoja con su papá porque es el más crítico con la labor que realiza en el terreno de juego, a pesar de esto atiende cada opinión que le da, ya que respeta la trayectoria que tuvo como jugador en primera división.
“El sábado yo sé que van a venir los comentarios más fuertes de él hacía mí con correcciones y tal vez sugerencias, pero mi papá siempre se angustia, es de los que termina el partido y a los cinco minutos me está llamando para decirme cosas buenas y a veces para corregirme.
Siempre me enojo con él porque nunca me ve nada bueno, pero yo sé que si él me dice las cosas malas es para que yo mejore, así que tengo que respetar todo lo que me dice, no solo porque soy su hijo sino por la trayectoria que él tuvo como jugador”, concluyó el lateral florense.