El presidente de la Junta Nacional de Ferias del Agricultor, Wenceslao Bejarano, salió al paso de las declaraciones de un grupo de productores que cuestionan cómo se hizo el traslado de la Feria de Heredia al campo ferial La Perla y el uso que se dio a un dinero cobrado hace 15 años.
Bejarano llegó en compañía del director de la Junta Nacional de Ferias, José Manuel Ortiz, quienes consideran que hay personas que hablan sin tener conocimiento o con intención de obtener algún puesto.
Señalaron que están por quitar el cobro de la seguridad al inmueble y del parqueo. Esto se haría ahora a través de la Fuerza Pública y mediante un precio voluntario a los consumidores. Será en mayo de 2023 cuando se haga una revisión del convenio con la Municipalidad de Heredia.
¿Desde qué año se trasladó la feria de la avenida 14 al campo ferial La Perla?
-Desde el año 2019.
¿Cuántos productores hoy tienen un puesto en el campo ferial?
-No tengo el dato exacto porque ha bajado. Dos años de Covid-19 impactó negativamente y mucho productor terminó abandonando el espacio de venta.
¿Desde cuándo empieza la necesidad de trasladar la feria de Heredia?
-En 2007, 2008. Hubo un recurso de amparo que metió el hospital.
¿La Municipalidad los busca a ustedes como Junta Nacional y les dice que la feria no puede seguir ahí?
-Sí. Con el recurso de amparo le ordenaron a la Municipalidad que la feria no podía estar ahí. Una de las cosas era que no podían sacar las ambulancias, y aspectos de inocuidad y sanidad del hospital. La Sala Constitucional resolvió a favor del hospital, era mucha la presión que había.
Cuando se sientan a conversar con el ayuntamiento, ¿les dice que tenía algunos espacios?
-En ese momento lo que se hizo fue buscar una propiedad para trasladar la feria, porque había mucha presión, los agricultores no podían quedarse en la feria y si les iban a quitar el espacio de la avenida, 14 había que buscarle una solución. Había unos 500 agricultores para aquel entonces, estamos hablando de unos 15 años atrás.
¿Cómo identifican el primer terreno?
-El terreno se busca en conjunto entre los agricultores y la Junta Nacional de Ferias.
¿Cuando dice agricultores se refiere a una organización o a personas?
-Ellos participaron en la búsqueda de varios lotes, la opción que se eligió era la más factible. Nosotros como Junta Nacional de Ferias determinamos que era la más factible porque era lo más cercano a la avenida 14.
El grupo de personas que nos trajo la denuncia dijo que no había estudios sobre la viabilidad de ese terreno donde finalmente no se levantó la feria. ¿Es eso correcto?
-Aquí están los papeles, nosotros fuimos al Setena y ya estaba todo montado para que la feria se hiciera provisional. La gente de Senara hizo el estudio de desagüe de aguas y el Setena hizo el estudio que se conocía como D-1 hace 15 años.
¿Y era apto para construir?
-Sí claro. Hoy hay un supermercado en ese lugar.
¿Entonces por qué no se hizo ahí la feria?
-Se fue entrabando el asunto. Primero no salió el permiso del Setena y luego nos dijeron que había que hacer un muro de contención atrás. Al principio como Junta Nacional nos echamos un pulso con la Municipalidad, porque ellos decían que no estábamos haciendo nada. Se avanzó en todos los permisos, es falso que se diga que no.
¿Por qué no se construyó el muro de contención?
-Era demasiado caro. Era exagerado. Es que atrás pasa un río. Eso fue como una salida estratégica porque creemos que había otras presiones, tiempo acá creemos que eran presiones políticas, porque no querían que hiciera ahí. Cuando nos dijeron que ahí no se podía, ya se había invertido una plata, que no es cierto que eran ¢90 millones.
¿Cuánto era?
-Algunos agricultores aportaron ¢50 mil, otros no lo pudieron aportar y si usted multiplica los ¢50 mil por los 500 suman ¢25 millones. Eso fue lo que se recogió, no eran ¢90 millones. Ellos, los que vinieron acá, dicen que eran ¢90 millones, yo pregunto: ¿Tienen las pruebas? Para nosotros la matemática es muy sencilla.
¿Y esos ¢25 millones en qué se invirtieron?
-En el terreno.
¿Se compró el terreno?
-No, no, básicamente se hizo un alquiler del terreno para empezar a hacer los trabajos, pero después vino otra situación que yo digo que es política, porque ya la Municipalidad también tenía intereses en otros terrenos, como en el que está hoy el campo ferial La Perla. Y en ese momento ya se podía trasladar platas del Estado, partidas específicas.
¿Y qué hacen ustedes cuando les dicen que ahí no se podía?
-Comenzamos a buscar otras opciones y no es cierto que digan que se perdió la plata, y no fueron ¢90 millones, sino ¢25 millones lo que se recaudó. Se gastó en alquilar el terreno, trabajos de limpieza y demás. No es cierto lo que están diciendo ellos y es importante aclarar que el asunto está prescrito.
¿Todos los agricultores dieron los ¢50 mil?
-No, no todos porque algunos tenían más posibilidades que otros, por eso digo lo máximo eran ¢25 millones, nosotros tenemos documentos de los permisos y más, yo quiero aclarar que esa plata no se perdió, se invirtió para un fin.
¿Quién es el responsable de que no se levantara la obra en ese terreno?
-Posiblemente hoy no tengan memoria, pero ellos los agricultores estuvieron de acuerdo en ir a buscar otros terrenos. La mayoría no podía pagar los ¢50 mil, menos para hacer un muro de contención. La Junta Nacional de Ferias empezó un proceso de negociación para la compra del terreno donde está hoy La Perla, porque era del BCT.
¿Y qué pasó?
-Hicimos todo un avance y llevábamos un 80% de avance para la aprobación del crédito, luego la Municipalidad otra vez hizo presión y cuando se dan cuenta que teníamos el préstamo con el Banco Nacional, ahí fue cuando hubo intereses políticos, porque se logró el objetivo de conseguir ¢1.900 millones de presupuesto del MAG y el banco de pronto nos dijo que no nos aprobaba el crédito. En esos días se dio el depósito directamente a la Municipalidad.
¿Por qué todavía hoy le deben plata a la alcaldía?
-La Junta Nacional de Ferias no le debe nada a la Municipalidad. Se lo debe la asociación que administró la feria en el momento que se trasladó porque tenía que mandar un monto equis y pagaba solo un 50%, porque al final del traslado -cuando se hizo- se dieron cuenta los de la asociación y la junta que había lugares encajonados con paredes de cemento.
¿Eso se cambió?
-En la vivencia se observó que había que abrir muros y ventanales. La Municipalidad dijo que no tenía ni un cinco, que si quería lo hiciera la asociación y lo asumieron ellos. Ahí empezaron a pagar el 50% a la Municipalidad y lo otro lo agarraron para hacer trabajos. Hoy lo que se le adeuda a la Municipalidad son ¢125 millones, no ¢300 millones.
¿Ustedes conocen a las personas que vinieron a hacer la denuncia?
-Incluso tienen o han tenido puestos en la estructura del Programa Nacional de Ferias. Ellos no son desconocedores, (pero) están diciendo cosas que no son. Ellos no quieren apegarse a lo que dice la ley, quieren ir por otro lado y estas situaciones hacen que se abran procesos, a la gente no le gusta que los ordenen. Lo que hay son personas molestas porque quieren llegar a un puesto en la Junta o porque fueron suspendidos por un proceso y se enojan. Nosotros vamos a abrir un debido proceso.
¿Cómo está el tema del convenio?
-Hay un convenio desde antes de trasladarla y se hizo abierto con la opinión de los productores de la asociación que administraba la feria de Heredia, está en las actas y los acuerdos, pero en ese momento el Comité Regional que tenía que firmar el convenio estaba suspendido y entonces lo firma la Junta Nacional por cinco años, solo como garante, la Junta nunca ha administrado ni cogido un cinco, nunca.
¿Es la Municipalidad la dueña del inmueble?
-La Municipalidad de Heredia es el dueño del inmueble.
¿Y por qué deben pagar los agricultores?
-Nosotros dimos la lucha, pero la plata la trasladaron del día a la noche a la Municipalidad y es de ellos.
¿Los agricultores deben pagar el mantenimiento del edificio?
-Sí, de agua, luz, de esto y de lo otro, y un remanente o monto del mantenimiento del edificio.
Pero el ayuntamiento realiza eventos y los agricultores pagan la administración. ¿Por qué?
-La Junta Nacional ha armonizado con la asociación y toda la gente que tenía que ver ahí firmó que el viernes y sábado el espacio pertenece a la feria, el resto de los días quedan abiertos para que la Municipalidad pueda hacer eventos, y el mantenimiento que ellos pagan no es por toda la semana al edificio.