Juan Manuel Quesada, presidente ejecutivo del Insituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA) rechazó que se produjeran errores de facturación, luego de la crisis por contaminación de agua con hidrocarburos en cuatro cantones de la provincia de San José.
Quesada indicó que el error se presentó al parecer por una tardanza de la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) sobre la orden de congelar las facturas de febrero.
Todo esto y más lo amplió la cabeza de la entidad encargada del recurso hídrico nacional en una entrevista con El Periódico de Más Venta en Costa Rica.
¿Ya puso orden en la casa?
– El AyA es una institución inmadura, eso quiere decir que usted tiene gente muy valiosa, quieren hacer el trabajo, hay gente que sabe hacerlo, pero no quiere, y otros no saben hacerlo. Esto da al traste con quien esté al frente de una de las instituciones más deterioradas del sector público, no es fácil llevar una organización a un nivel perfecto, pero estoy siendo optimista, los cambios a nivel interno nos han permitido definir una ruta de inversión.
¿Le toca luchar con personas que tenían una cultura laboral diferente?
– Eso es interesante, por ejemplo, los sindicatos me cuestionan que vengo utilizando la palabra transformación, en lugar de reorganización. El AyA no es simplemente cambiar a la gente de una silla a otra, necesita hacer un cambio sustantivo, definir la estrategia sobre la contribución que le hará al país.
¿Cuántos empleados tiene AyA?
– En este momento, la institución tiene alrededor de 4.400 empleados dispersos en todo el país.
¿Cómo debería comportarse la entidad?
– El AyA, por los retos que tenemos, debería estarse comportando como una empresa de primer mundo y no como un ministerio de tercer mundo. Es lo que me encontré, no es que obtendremos ganancia para sus directivos, acá estamos hablando de una empresa de primer mundo porque busca la eficiencia, satisfacer a los clientes, sobre lo cual la institución perdió el rumbo.
¿Cuál es su visión sobre la protección del agua?
– Acueductos y Alcantarillados debe ser quien lidere todo lo que tiene que ver con preservar el recurso hídrico, no hay quién, pero intervienen Salud, INVU, municipalidades, son muchísimos los actores. Se debe dar resguardo de los recursos, por ley tenemos un rol importante, tenemos una rectoría en obra pública, que es el MOPT, son muchas aristas.
¿Cómo va ese camino de realinear el AyA?
– Hoy tenemos una definición, viendo dónde debemos redirigir los esfuerzos y, en el tiempo que esté al mando, dejarla encaminada, ser un referente en el sector en cuanto a la gestión pública.
¿Sobra el agua en Costa Rica?
– Costa Rica es un país bendecido, aquí el agua sobra, acá nos ha faltado una debida gestión, se ha dejado de invertir en obra pública para sustituirla, porque ya no tiene el funcionamiento adecuado, por eso vemos tantas fugas. Hemos dejado esa visión, me siento optimista.
¿Hay plata para la GAM, pero no se puede ejecutar?
– Eso es el proyecto PAAM, el objetivo de ese proyecto es garantizar el agua en la GAM en el largo plazo. Me encontré que todo el mundo ve esa iniciativa como la única solución del agua, ¿qué hacemos con las necesidades de hoy o a corto o mediano plazo? Ahí tomé el liderazgo, el agua para la GAM la tenemos que ver de una forma integral, responsable e inteligente. No se trata de hacer un proyecto, sino una ruta, estamos trabajando en un plan que nos permitirá definir la ruta, el PAAM no lo hemos abandonado, va para Mideplán.
Usted dice que somos un país bendecido al que le sobra el agua, ¿cómo se les explica a los habitantes de Hatillo que se levantan y no tienen el servicio?
– Que las administraciones anteriores no hicieron el trabajo que les correspondía, la falta de agua es una responsabilidad de administraciones hacia atrás de más de 20 años, las necesidades de hoy se están presentando porque no se tomaron las decisiones correctas para hacer la obra pública que se necesitaba para garantizar el agua hoy al 100% y la de mañana, ese el reto que tengo, como cerrar la brecha de forma acelerada para ir atendiendo esas necesidades.
¿Por qué en algunos lugares sí hay agua y en otros no?
– Hay una realidad, hay que tener claro que los sistemas que abastecen no están integrados, no puedo seleccionar a quién le doy o no, algunos son superavitarios y otros deficitarios. No es un tema de clase social, en mi administración he querido incentivar la interconexión entre sistemas, lo superamos de buena forma en este verano en Alajuelita, Hatillos, La Carpio, esto es un tema de ingeniería, es una realidad de la infraestructura, hoy lo atendemos de una forma más responsable.
¿En qué plazo podría haber agua para todos?
– Es la brecha que nos han dejado las antiguas administraciones, durante unos 50 años. Hoy vemos que el AyA tiene una cartera de proyectos, de más de 500 proyectos o iniciativas, cada uno defiende necesidades. El camino que queda es largo, lo hemos tomado con toda la responsabilidad, planificar bien y atendiendo las necesidades, lo hacemos según las prioridades.
¿Pero puede decir un plazo?
– El Plan de Aceleración, que empezó con 45 proyectos, hoy lo conforman 51, eso significa la gestión de más de 75 licitaciones, la gestión de más de $500 millones. Nuestra gestión es mover todo eso en dos años, eso lo puedo garantizar, cuando llegué no había ni plan, la plata estancada y las necesidades seguían creciendo. Mi compromiso es acelerar esto.
¿Aprendieron de la “crisis de contaminación?
– A raíz de la contaminación en Guadalupe, mejoramos el protocolo, sentamos a los equipos para ver qué oportunidades de mejora teníamos, se mejoró, pero bueno, un tema importante y experiencia de esto, no es solo seguir el protocolo, era comunicarle a la gente lo que está ocurriendo, no someterlos a riesgos innecesarios. Creo que el pecado de la contaminación fue no acercarnos a la gente a explicarles y alertarles, el mensaje no se dio.
¿Hubo errores de facturación?
– No ha habido errores de facturación. Por disposición de la Aresep, debido a la contaminación, hubo que descontar los días que la gente no tuvo del todo agua. Cuando dieron esa orden, nos suspendieron la facturación, hasta cuando nos hizo el levantamiento, pudimos ponerlo al cobro ese recibo de febrero con el descuento, lamentablemente resolvió tarde, eso implicó que se acumularan dos o tres recibos a las personas. La gente tuvo la percepción de que se le cobraba más, no conozco que se haya presentado una queja.
¿Cómo toma la problemática de los medidores en condominios?
– Fuimos los primeros en levantar la mano, les dijimos, ustedes (Aresep) no están siendo claros. Ellos tienen sus razones, entre las contradicciones está decirle a la gente, “no se preocupen, no hemos cambiado la tarifa”, pero la gente no lo tiene claro, lo único que le importa es cuánto va a pagar. Si como condominio estabas pagando ¢60.000 y ahora son ¢2,5 millones, vas a sentir el golpe. Había un juego de palabras que no querían aceptar.
¿No se paga lo que debería pagarse por el agua?
– En Costa Rica, no estamos pagando realmente lo que cuesta el agua. Muchos porque los medidores están obsoletos. Si lo ven, una cerveza de 750 ml cuesta ¢1.500, una botella de agua puede costar entre ¢1.000 y ¢1.600, ¿cuánto cuestan 750 ml? El agua que sale del tubo cuesta menos de ¢1, creo que yo que estamos pagando poco por lo que cuesta realmente el agua. No nos cuesta nada, se cobra el servicio de llevarla a la casa, por la infraestructura de la captura y distribución.
Con estas razones, ¿no se puede subir el precio de la tarifa?
– Totalmente de acuerdo, cómo voy a pagar por algo que no debo. Es lo que nos ha estado pasando, hemos estado pagando tarifas para estar financiando proyectos que el AyA dura 20 años en plantearlos, mientras el servicio se vuelve peor. Ese es el golpe de timón que queremos dar en mi administración, planifiquemos bien, ejecutemos bien, eso nos va a garantizar los recursos para hacerlo. Me da vergüenza escuchar de una exjerarca que empezó 17 proyectos, pero mal planteados, planificados de forma irresponsable.
¿No hay protección sobre fuentes
hídricas?
– El tema de resguardo de nuestras fuentes es una responsabilidad de todos, hay un programa donde se meten muchos recursos, otros para garantizar el agua que se distribuye hacia las casas, hay mucho por hacer, esos proyectos implican muchos actores como Minae, municipalidades, hasta ciudadanos que denuncien. Lo digo con conciencia, no podemos tener un policía en todo lado, es un asunto de responsabilidad de todos, hay una brecha por cerrar, es importante avanzar en planes reguladores de las municipalidades.
¿Y el problema de agua en Coronado?
– Ustedes le hicieron una entrevista a una señora sobre el tema del agua en San Francisco de Coronado, ella me invita a tomar café y que vea las necesidades, “dígale que traiga agua porque no hay”. El lunes en la tarde estaba sentado con ella, San Francisco era la comunidad más afectada por estar muy arriba, décadas de tener el problema. Hicimos magia, hoy tienen agua.