Los uniformes aprobados por el Consejo Superior de Educación el año pasado no son obligatorios para el curso lectivo que comienza en febrero.
El Ministerio de Educación Pública (MEP) dio plazo hasta 2026 para que tanto comerciantes, como compradores puedan adecuarse de manera gradual a los nuevos estilos.
“Para el curso lectivo 2025 la población estudiantil puede utilizar el tradicional aún vigente y oficial Los directores de los centros educativos no pueden obligar a las familias a adquirir los nuevos porque este requisito es obligatorio hasta 2026. El uso de ambos es válido durante este año de transición, ya que la implementación será de manera paulatina”, señalaron.
De esta manera, se puede encontrar en las tiendas el conjunto viejo (gabacha celeste y pantalón azul) y por ser mercadería que ya se está desactualizando tienen un precio más barato.
Se debe recordar que el MEP también aprobó la utilización de tenis blancos, negros, azules o grises, así como botas de hule en comunidades que por sus condiciones resultan ser más útiles.
“Lo importante es que el uniforme no interfiera con la preparación, la formación y el desarrollo de los estudiantes por eso se les dejó utilizar el tenis que es algo más cómodo y pudieran ir con una ropa más flexible para ellos”, explicó Anna Katharina Müller, jerarca del ente.
El nuevo uniforme que actualmente es opcional, pero será obligatorio desde el próximo año, se basa en una camisa tipo polo unisex blanca, zapatos negros, tenis blancos, negros, azules o grises y botas de hule en áreas vulnerables.
Los niños podrán usar pantalón largo o corto a la rodilla y las niñas, enagua-pantalón. En sexto grado, se permitirá una camisa tipo polo distintiva, según el reglamento, mientras que para educación física, pantaloneta y camiseta deportiva con los colores del centro educativo.
¡Cuidado con los salveques!
Para este regreso a clases, la Caja Costarricense de Seguro Social pidió a los padres de familia vigilar la compra de los salveques escolares con el objetivo de garantizar la seguridad y la confortabilidad de la población estudiantil durante los trayectos diarios a los centros educativos para evitar lesiones en la espalda y la columna.