Un nuevo impuesto está a la vuelta de la esquina. Se trata de un incremento de entre $2 y $4 en los derechos de salida, lo que permitiría financiar infraestructura y equipamiento de las sedes de la Universidad Técnica Nacional (UTN).
Marcelo Prieto, rector de ese centro de estudios, explicó que este mecanismo busca dotar de recursos propios a la universidad más joven de Costa Rica, sobre todo si se toma en cuenta que esta no tiene acceso a otros beneficios económicos que sí disfrutan las otras cuatro estatales.
Prieto explicó que se pretende financiarla pero sin que este cobro recaiga en los que menos tienen, ya que es de imaginarse que si alguien tiene dinero para viajar no le será tan difícil sacar $4, más aún si se toma en cuenta que un refresco dentro del aeropuerto le cuesta eso o un poco más.
La propuesta indica que aquellas personas que salgan de un aeropuerto pagarán $4, si es por vía marítima $3 y si es por tierra $2.
Con este impuesto se espera recaudar cerca de $10 millones y el 20% se trasladará al Ministerio de Educación Pública (MEP) para ser invertido en el equipamiento de colegios técnicos.
COMPROMISO CON LA EDUCACIÓN
Prieto aseguró que un compromiso de la UTN hacia los costarricenses es que aunque la ley no lo puede determinar de esa manera, ellos son conscientes de que los recursos que ingresan por este concepto no podrán usarse para pagar planillas ni gastos operativos.
Además el dinero deberá invertirse en la misma provincia de donde proceden los recursos, por ejemplo en el caso del impuesto que se genere en los puertos de Puntarenas se deberán utilizar en la sede del Pacífico, lo del Daniel Oduber en las de Guanacaste y lo del Juan Santamaría en las de Alajuela, Atenas y San Carlos, mayoritariamente.
En el caso de Limón, donde todavía la universidad no tiene operaciones, en este momento se encuentran en conversaciones con varios colegios técnicos para que sus instalaciones sirvan para albergar a la UTN y mientras tanto se buscará un terreno para comenzar a construir la sede del Atlántico.
La idea de las autoridades universitarias es comenzar a operar en el Caribe a partir de enero de 2014. Igualmente la universidad podrá disponer de un porcentaje para invertir en las regiones de menor desarrollo social del país.