Pedro Muñoz Fonseca, cojefe de fracción del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), denunció este lunes que fijar el precio de los combustibles mientras dure la emergencia sanitaria por el Covid-19 se traducirá en un nuevo impuesto, que a la larga golpeará aún más a la deteriorada economía nacional.
Muñoz, quien votó en contra de la iniciativa presentada por el Ejecutivo, criticó que el gobierno sigue sin presentar un plan para minimizar los impactos en la crisis en la economía que sea parejo e integral.
“La economía camina a ciegas (…) el Poder Ejecutivo no ha articulado un plan de ajuste parejo y justo que obedezca a una visión integral, a una visión de conjunto y de que el proyecto lo que hace es subirle -artificialmente- el costo de la vida a todos los costarricenses.
No me parece que esta sea la forma correcta de comportarnos en medio una emergencia, emergencia que demanda a los generadores de políticas públicas un ajuste balanceado y justo durante y después de la emergencia, para restaurar la prosperidad de todos los costarricenses”, criticó el socialcristiano.
Sobre el proyecto agregó: “La iniciativa significará un aumento automático en el precio de los combustibles y no permitirá que bajen para que los costarricenses se beneficien durante este periodo que los precios internacionales del petróleo se mantienen bajos. Lo justo sería permitir la rebaja en los precios de los combustibles, para liberar recursos propios de los costarricenses para la subsistencia, el consumo, el crecimiento económico y social y para que produzcamos riqueza y prosperidad para todos, durante y después de la declaratoria de emergencia”.
Continuó: “Al mantener los precios altos de los combustibles afectamos a todos los ciudadanos y a la competitividad país. Afecta los precios de todos los bienes y servicios que adquirimos las personas, las pequeñas, medianas y grandes empresas y las entidades gubernamentales. Por ejemplo: los pases de autobús, tarifas de taxis, flete de alimentos, electricidad, insumos agropecuarios, etcétera”.
Dijo que mantener el impuesto único a los combustibles y crear esta nueva carga impositiva calculada con un sobreprecio artificial, podría ser contrario al principio tributario.
“Los promotores del proyecto han ignorado las condiciones externas que vendrán a afectar los rendimientos esperados del proyecto de ley. El pasado sábado se anunció en medios de prensa internacionales que los países miembros de la OPEC y sus aliados, incluidos Arabia Saudita y Rusia, llegaron a un acuerdo con otras naciones importantes productoras de petróleo para recortar la producción mientras intentan estabilizar un mercado que ha sido alterado por el coronavirus. El recorte en la producción será de 9,7 millones de barriles por día en mayo y junio, el recorte más profundo jamás acordado por los productores de petróleo del mundo”.
Muñoz alertó además que “no existe en el expediente del proyecto de ley una estimación confiable de cuánto se estaría recaudando con su aprobación, por lo tanto, tampoco existe una forma fidedigna para eventualmente incorporar estos recursos vía presupuesto nacional. Solamente se sabrá cuánto se logró recaudar con ese sobreprecio artificial una vez recaudado, lo cual no necesariamente coincide con las fechas por las que se mantendrá vigente la entrega de los subsidios a quienes califiquen. Tampoco se tiene certeza de cuánto bajarán los ingresos del gobierno por concepto de disminución en el consumo de combustibles”.