Enfrentar el cáncer transforma la vida de los pacientes que deben someterse a semanas o meses de tratamientos invasivos, así como al rigor de las recetas y muchas veces a largos traslados hasta los centros hospitalarios.
De acuerdo con la Agencia Internacional para la Investigación en Cáncer (IARC) de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año se diagnostican más de 13.000 personas con esta enfermedad en nuestro país y cerca de 6.000 pierden la batalla anualmente.
Por sus características el Hospital México, ubicado en la Uruca, al oeste de San José, recibe la mayoría de los casos, pues atiende a cerca del 40% de la población nacional, que incluye las provincias de Alajuela, Guanacaste y gran parte de Puntarenas, al igual que a muchos de los habitantes josefinos. Esto hace que algunos deban lidiar con largos viajes para ser atendidos, lo que complica los suplicios de una de los padecimientos más difíciles y dolorosos.
Sin embargo, en menos de dos semanas un nuevo espacio abrirá sus puertas a pacientes que viven en zonas alejadas, con el fin de darles hospicio durante el tiempo que dure su tratamiento.
Se trata del Hogar Santa María, en Aserrí, que desde hace meses acondiciona sus 11 habitaciones para acoger a quienes luchan con el cáncer y a sus familias.
DIARIO EXTRA conversó Marco Williams, el jefe del departamento de Hemato-Oncología del Hospital México, uno de los fundadores de este nuevo hogar de esperanza. Les compartimos parte de la conversación.
¿Cómo nace la idea de crear un espacio para acoger a pacientes con cáncer que viven fuera de la Gran Área Metropolitana (GAM)?
– Nace de ver la necesidad de los pacientes que vienen a nuestro Hospital que tienen que venir días seguidos y que son de zonas alejadas de la parte de la Meseta Central y que requieren tener los tratamientos todos los días, entonces hay otros lugares en el país, no son muchos que pueden recibir estos pacientes, pero tienen alguna limitación como, por ejemplo, son de lunes a viernes y los pacientes deben estar solos, entonces, quisimos seguir contando con lo que el país tiene y la sociedad ha brindado, pero también ampliarlo para tener un lugar donde podamos tener mayor disposición, sin límites con respecto al tiempo de hospedaje y que puedan quedarse aquí de lunes a domingo.
¿Cuándo surgió la idea?
– El primer contacto lo hizo hace dos años y medio Ana María Sagot, presidenta de la Junta de Salud. Este lugar, el Hogar Santa María, antes era dedicado al cuidado de niños, pero tras casi 30 años sintieron que habían cumplido su misión y por cosas de la vida nos buscaron para empezar a ver cómo se hacía para desarrollar este proyecto.
¿Les pareció atractiva la idea de hacerlo acá?
– Conociendo la problemática de cáncer que hay a nivel de país y las condiciones con las tiene que trabajar porque es el departamento más grande de Costa Rica, el que recibe la mayor cantidad de enfermos y todos en crisis, cuando se les propuso estuvieron de acuerdo. Empezamos a hacer las vueltas, estirando y encogiendo, porque no es fácil sostenerlo, porque abrirlo podría ser fácil, pero por el brazo de la sostenibilidad en el tiempo es lo que debemos trabajar, esa es la parte que tenemos que cuidar.
¿Cuándo iniciarán con la recepción de pacientes?
– Nuestra meta es para la primera quincena de agosto. Primero tuvimos que darle mantenimiento a este lugar, estaba muy adecuado para niños por lo que tuvimos que readecuar las habitaciones, la pintura. El primer trabajo que hicimos fue buscar un voluntariado y crear un cuarto modelo, con las adaptaciones necesarias para recibir a pacientes.
¿Cómo son estas habitaciones?
– Tienen closet, pantalla de televisión, servicio sanitario y dos camas, una para el paciente y para un familiar que los acompañe, si no vienen con acompañante, se puede recibir a más pacientes.
¿De cuánto se proyecta que sea el presupuesto mensual?
– Si el albergue está en una capacidad completa, proyectamos que son como unos ¢9 millones al mes, distribuidos en gastos desde servicios públicos, planillas de recursos humanos y en alimentación, que es el rubro un poquito más grande, proyectando para unas 30 personas.
¿Cuánto personal tendrán?
– Estamos pensando en cinco personas pagadas por planilla: cocinera, un misceláneo, un compañero de seguridad, secretaria y alguien de mantenimiento, sumado a personal voluntario, ese sería el personal mínimo para poder arrancar.
¿Tendrán un menú especial para quienes reciben radioterapia y quimioterapia?
– Sí, podrían tener una dieta especial los pacientes, no son todos, pero el paciente que recibe radioterapia en la parte de abdomen o pelvis sí tiene una alimentación diferente, por lo que la radiación también produce lavado de la flora intestinal, es gente que absorbe menos, con más diarreas, entonces es una alimentación más rica en fibra, un poquito más de la parte de proteína, más que carbohidratos. Hay otro grupo de pacientes que pueden alimentarse con una dieta corriente. Ayer estuvimos reunidos con la Universidad de Costa Rica para hacer un vínculo para las personas que están terminando la carrera de nutrición o Tecnología de Alimentos, porque les gustaría acompañarnos. Además, a nivel hospitalario, tenemos el apoyo de un servicio de nutrición que nos puede guiar en toda la parte de la alimentación.
¿Cuántos pacientes con cáncer recibe al año o al mes el Hospital?
– Solo por tratamientos o por servicios básicamente para radioterapia son unos 300 pacientes al día, en quimioterapia atendemos 120 pacientes al día más o menos, lo que es trasplante de médula. Son para las poblaciones que identificamos que podrían pedir el albergue, unos 50 pacientes al año.
En promedio, ¿cuánto dura un tratamiento?
– Es relativo, lo hemos visualizado en tres escenarios de atención que son fundamentales, nosotros aplicamos quimioterapia de 7 de la mañana a 8 de la noche, llenar los cupos de las 4 de la tarde a las 8 de la noche es complejo con la población que vive realmente en zonas alejadas, porque todos conocemos que la ambulancia para una cita programada te deja de funcionar a las 4 de la tarde. Usted no puede citar a esa hora a un paciente de Guanacaste.
¿Son tratamientos diferenciados?
– Esos tratamientos son diferentes, algunos son por seis meses, pero se aplican por ciclos de tres días seguidos, de cinco días seguidos o un solo ciclo cada 22 días, entonces en la parte quimioterapia son ciclos que se determinan por paciente y cada ciclo dentro del tratamiento tiene una continuidad diferente de uno a tres o cinco días cada 22 días, cada 15 días o cada semana una aplicación de radioterapia. Se puede venir a radioterapia un día hasta 33 días exceptuando domingo, hoy en día la radioterapia en nuestro Hospital se aplica de un día a 33 dependiendo de la patología.
¿Reciben a gran parte de los pacientes del país?
– Nosotros hemos visualizado que es difícil el dato, verdad, pero sí es muy claro que en el México se recibe toda la región noroeste del país, más o menos andamos en una población de 2 millones directa e indirectamente. Al Hospital México viene toda la población de una gran parte de Guanacaste, Puntarenas, Alajuela y parte de Heredia, así como todo lo que corresponde a la Uruca, La Peregrina, La Carpio, Tibás.
¿Cuáles sería los criterios de selección para recibir a los pacientes?
– En primer lugar, la persona que tenga alguna limitación funcional o de distancia o económica, que venga a sus tratamientos prolongados y que se les dificulte el acceso a los servicios del Hospital, no queremos que el paciente pueda verse en riesgo o la continuidad de su tratamiento.
Están buscando recursos, ¿cómo se puede ayudar con esta noble causa?
– Sí, estamos buscando personas que, si tienen solo para donar una oportunidad, que lo hagan, que estamos muy agradecidos, hemos recibido donaciones de ₵500 hasta donaciones de decenas de miles, creo que la mayoría anda en ₵200.000. Creamos un código QR con el propósito de poder contactar a la persona que nos ayuda y darle un reporte por medio de un boletín.