La Cámara Costarricense de la Industria Alimentaria advirtió hoy el \”grave impacto\” para las familias y para la economía costarricense del paquete de impuestos que se tramita en la Comisión Especial de Reforma Fiscal de la Asamblea Legislativa.
El vicepresidente Ejecutivo de la Cámara, Mario Montero, explicó en un comunicado de prensa que el proceso de aprobación es \”atropellado e inconsulto y genera serias dudas sobre los impactos finales que el mismo tendrá\”.
Estas declaraciones se dan luego de que los diputados integrantes de la Comisión aprobaran una moción que deja exentos del nuevo Impuesto al Valor Agregado (IVA) a los bienes de la canasta básica.
\”Esta situación producirá varios efectos como: el traslado del costo a los precios del consumidor final y la pérdida de competitividad del producto nacional frente al importado, pues este último no arrastra esta distorsión generada por el esquema tributario interno\”, afirmó Montero.
Para los empresarios, la exención a la canasta básica no tiene sentido si no se habilitan las herramientas necesarias para que los productores no paguen el IVA en la compra de sus materias primas.
El sector alimentario indicó que no se consideraron elementos como la posibilidad de aplicar créditos fiscales ni compras autorizadas en el abastecimiento de materias primas, insumos, maquinaria, equipo, servicios, empaques o embalajes, entre muchas otras compras de bienes y servicios, requeridos para la producción de bienes de la canasta básica.
El Gobierno costarricense impulsa desde hace unos tres años una reforma tributaria que pretende paliar el déficit con iniciativas como la renta global, modificaciones a la renta de capital, y la conversión del impuesto de ventas del 13 por ciento en uno de valor agregado (IVA), de la misma tasa pero que gravará más productos y servicios.
El Congreso discute esta reforma entre polémicas por impuestos a servicios como la educación y la salud privados, así como a productos de la canasta básica.
El creciente déficit fiscal, que en 2017 cerró en el 6,2 por ciento del producto interno bruto (PIB), es el principal problema de la economía de Costa Rica, cuya deuda también ha ido en aumento hasta ubicarse en el 49 por ciento del PIB a finales del año anterior.
El Programa Macroeconómico del Banco Central prevé que si el Congreso no aprueba la reforma tributaria, el déficit alcanzará en 2018 el 7,2 por ciento del PIB y la deuda el 53,8 por ciento, mientras para 2019 las cifras serían del 7,5 y el 58,5 por ciento, respectivamente.